Guillermo Velasco Barrera / Dinastías políticas

AutorGuillermo Velasco Barrera

Leonel Sandoval, padre del Gobernador, se ha convertido en la noticia política de los últimos días, a raíz de que se hiciera pública la existencia del documento Prospectiva 2014-2015 del PRI, que ubica como un foco rojo en Jalisco su activismo político.

Los detalles de la injerencia de don Leonel en la política local han sido ya abordados y ha quedado de manifiesto su enorme poder e influencia sobre la estructura formal del partido que encumbró a su hijo como Gobernador.

La política en México y otras partes del mundo no ha estado exenta de una visión dinástica, lo que ha derivado en la conformación de gobiernos familiares, de auténticos clanes, en donde hijos e incluso nietos heredan posiciones políticas en lo que parecerían monarquías.

Un caso reciente en México es el de la dinastía de los Salinas. Don Raúl Salinas Lozano, padre del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, tuvo una amplia trayectoria en el PRI y en los gobiernos emanados de este partido. Fue Secretario de Industria y Comercio en el gobierno de Adolfo López Mateos y vio frustrada su intención de ser candidato presidencial en el año 1963, cuando el entonces Presidente se decantó por Gustavo Díaz Ordaz.

Salinas Lozano dijo adiós a su sueño de ser el jefe máximo y comenzó a maniobrar a favor de sus vástagos para proyectar sus ambiciones en ellos. Quien llegó al poder fue Carlos, catapultando su meteórica carrera a partir de 1979, siendo Secretario de Programación y Presupuesto con Miguel de la Madrid Hurtado. Algunas versiones periodísticas refieren que el 4 de octubre de 1987, día de su destape Carlos Salinas de Gortari visitó a su padre para externarle que el día había llegado: "tardamos 25 años pero llegamos", fue la frase que quedó para la historia de esta dinastía política.

El plural de esta expresión es clave en esta historia. El padrino veía realizado un sueño que en su día se frustró, y sin bien no llegaba a la silla presidencial su cachorro predilecto -Raúl hijo-, uno de los suyos se convertía en el Presidente de México, lo que representaba para la familia Salinas la consolidación de importantes negocios, privilegios y redes de poder sin límites.

Don Raúl siguió mandando tras bambalinas hasta su muerte, ocurrida en 2004. Su dinastía perdió cohesión, pero su hijo Carlos, quien nunca dejó el poder, reapareció con más fuerza con la...

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