Velan y sepultan a quemados

METRO/EDOMEX

TEJUPILCO.- En este entierro no debería haber veladoras ni cirios, aunque nadie está contento con el fuego, pero sí hubo.

En el panteón de Tenería, en el sureño municipio de Tejupilco, ayer se enterraron los seis voluntarios que el miércoles murieron quemados cuando le cerraban el paso al incendio forestal que rodeó su comunidad.

Ninguno tenía la obligación de intervenir, pero es una tradición que los pobladores se organicen cuando las llamas amenazan.

Se lanzan sin equipo, sin instrucción formal, sólo con machetes, palas y valor, aunque algunos lo llaman imprudencia.

"Juntamos como a 10 personas y agarramos para el monte porque el fuego no paraba", explica Silvino Jaramillo, quien sobrevivió al incendio, pero perdió en él a su hijo David.

"No es cierto eso de que estábamos durmiendo, como dijeron, yo andaba ahí, yo los vi morir. Si fue al mediodía (del miércoles) ¿quién duerme a esa hora?, cuestiona molesto.

Todavía con tizne en las orejas y la piel irritada, Silvino recuerda que el grupo se internó en una barranca. Traicionero, el viento cambió de intensidad y dirección, alimentando llamas de hasta dos metros de altura.

Intentaron correr, pero la pendiente les impidió hacerlo lo suficientemente rápido. Sólo cuatro se pusieron a salvo. Los otros murieron calcinados.

El Ayuntamiento pagó las cajas fúnebres, una corona floral para cada muerto y tres horas con la Tambora Estrella de Oro, para despedir con honores a los héroes involuntarios.

Las cajas se colocaron en fila en un cobertizo del camposanto. Los misterios del rosario dejaban de escucharse por momentos, opacados con el ruido del helicóptero que desde el aire regaba el...

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