Ve Lobo Antunes vacío en el éxito

AutorJorge Ricardo

Instalado en su casa de Lisboa, António Lobo Antunes (Lisboa, 1942) sabe que su nombre es una marca, que los latinos se componen de ternura y de violencia y que los premios, como el que la FIL le otorgó el lunes, suelen estar equivocados y provocar la soledad.

"El éxito no es importante, la mayor parte de las veces es la suma de equivocaciones alrededor de un nombre, yo ya no soy un hombre: soy una marca registrada, como los cereales del desayuno, me podría llamar 'Kellogs', cuando tienes el éxito estás más solo que nunca y nunca sabes quién viene por ti o por tus libros".

Una llamada telefónica y una lenta voz de neblina responde en la península. No es difícil, porque cuando Lobo Antunes prepara un nuevo libro se pasa 14 horas diarias en su estudio.

"El problema no es escribir, el problema es corregir, es un magma de palabras, y el libro está por debajo de eso, reescribir, reescribir, reescribir...".

Por eso le sorprende que ahora haya mucha gente escribiendo.

"Estoy aprendiendo a escribir, me quedaré aprendiendo hasta morirme, y nunca llegaré a hacer el libro que quería".

Y si alguna vez llega un buen libro, ¿qué oportunidades tiene de ser leído?, se pregunta.

"Se publica demasiado también, y se publica mierda que no acaba".

El autor, varias veces candidato al Premio Nobel, no escribe novelas, asegura: escribe lo que puede.

Las meninas, de Velázquez, o las obras de Beethoven, son también libros totales, porque son espejos que muestran aspectos desconocidos de uno mismo, dice.

La crítica literaria califica su obra como la mejor prosa poética, y él asegura que no fue poeta porque no tuvo el talento de Quevedo.

"Y si no escribes para ser el mejor del mundo, mejor no escribir".

Aunque sabe que se puede ser el mejor si se es sincero.

"Todo hombre es el primer hombre y toda mujer es la primera mujer, y tu experiencia es única e irrepetible, y si uno consigue hablar de sí mismo está hablando de todos".

António Lobo Antunes ha recibido seis premios en lo que va del año, pero el más reciente, que él llama "Premio Juan Rulfo", es el más importante para él por el nombre y porque procede de latinos.

"Nosotros los latinos somos muy curiosos, tenemos la capacidad de incluir a la ternura en la violencia".

Los "gringos", agrega, se mueren de cáncer, de neumonías, de cirrosis. "Nosotros nos morimos de pena, de sentimiento, de amor o de alegría".

Y la literatura no se escribe con la razón, agrega.

"La literatura no se hace con la cabeza, se hace con las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR