Tiene vaquita marina futuro incierto

AutorTania Romero

De apenas metro y medio de tamaño, la vaquita marina no tiene depredadores naturales y no se usa para consumo; sin embargo está a punto de desaparecer debido a una amenaza de mucho peso económico: la pesca ilegal del totoaba, otro pez en peligro de extinción y cuya vejiga natatoria llega a venderse en China en hasta 8 mil 500 dólares por kilo.

Decenas de vaquitas marinas se han quedado atrapadas en las redes de esta caza, hasta el punto que de las 500 que existían el sexenio pasado, hoy sólo quedan 97.

A través de la Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina, un plan de conservación y preservación a implementarse durante dos años, el Gobierno federal busca evitar lo que parece ser una extinción anunciada.

El proyecto contempla suspender la pesca con redes de enmalle en 1 millón 300 mil hectáreas en el norte del Golfo de California, donde habita la especie, durante dos años, hecho que causa escepticismo entre ambientalistas y expertos.

"Las medidas anunciadas por el Gobierno son buenas, pero son insuficientes porque únicamente se está intentando asegurar que se deje de pescar por dos años", comenta Alejandro Olivera Bonilla, coordinador de Políticas Públicas del Centro Mexicano de Derecho Ambiental Oficina Noroeste.

Durante ese tiempo, explica el biólogo marino, la especie no alcanzará la madurez sexual, por lo que no podrá darse una mejora en términos poblacionales.

De acuerdo con Silvia Díaz, líder del programa de Océanos de Greenpeace México, en esos dos años el índice de recuperación de la especie será de 0.3 a 0.4 por ciento anual, mientras que ahora desaparece a una tasa de 18 por ciento.

"Se requieren alrededor de 20 a 30 años para decir que está en un nivel más estable, aunque no recuperada totalmente (...) Si pudiéramos llegar a una comunidad de 500 nos daríamos por satisfechos", indica.

Además, el sector pesquero, que si bien está dispuesto a colaborar con el Gobierno y suspender su actividad durante 24 meses a cambio de un apoyo económico, advierte que el proyecto no saldrá adelante si no frenan la caza ilegal del totoaba, especie en peligro de extinción desde los años 70.

Según Ramón Franco Díaz, presidente de la Federación Cooperativa de Pescas, los pescadores del totoaba son llevados al Ministerio Público, pero al poco tiempo salen bajo fianza.

"Hay leyes que se tienen que hacer respetar, ¿por qué a esta gente que hace tanto daño al medio ambiente y a su propia comunidad, por qué no los castigan?", cuestiona...

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