Van de la tragedia a la incertidumbre

AutorAlejandro León

Durante un asalto en transporte público, un balazo que le atravesó la médula espinal dejó cuadrapléjico a José Trinidad.

Desde los 5 años ha trabajado como vendedor de dulces, valet parking, ayudante de albañil o de elemento de seguridad privada, hasta marzo de 2016 cuando, a sus 23 años, fue el atraco.

Recuerda que se quedó dormido en el camión por la fatiga por sus turnos como guardia y, cuando despertó, uno de dos asaltantes le estaba apuntando a la cabeza con un arma de fuego y exigiéndole sus pertenencias.

Intentó defenderse, forcejeó con uno de los delincuentes... pero recibió el disparo.

Ahora, Trini sólo puede mover la cabeza y forma parte de los 21 pacientes de la Asociación Hogar Infantil San Luis Gonzaga, en Naucalpan, que atiende a jóvenes con parálisis cerebral mediante terapias y clases y se mantiene de donaciones.

Varios de los pacientes fueron abandonados por sus familiares, incluso, un interno llamado Arturo fue rescatado de un bote de basura en el estado de Guerrero.

Sin embargo, los encargados tienen la incertidumbre de ser desalojados porque una inmobiliaria reclama la posesión del terreno donde se ubican desde hace 30 años, en Ciudad Satélite.

El terreno lo comparten con la Fundación Autismax, que ayuda a niños con autismo, en Avenida Fuentes de Satélite, pero la posesión del predio la reclama la empresa Residencias Modernas (Frisa).

Con los dientes y los labios, Trini aprendió a sostener un pincel para dibujar cuadros de paisajes de naturaleza.

También emprendió la lectura de Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez. A futuro, le...

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