Van Gogh y el mito del artista loco

AutorAlejandra Carrillo

Este 30 de marzo se conmemoró el aniversario 170 del nacimiento de Vincent Van Gogh, el artista postimpresionista neerlandés. Nació en 1853 y es reconocido unánimemente como uno de los pintores más relevantes en la historia del arte por su trabajo, pero también por las batallas entre su pasión y su bienestar mental.

Su vida y su obra se han estudiado hasta el cansancio. Cientos de médicos y especialistas han intentado valorarlo de manera póstuma dado que en su tiempo la medicina psiquiátrica fue incapaz de mantenerlo estable o siquiera darle un diagnóstico.

Tuvo una vida dura, entre la pobreza, la soledad y el aislamiento. Vendió apenas un par de pinturas en vida, a precios muy modestos que no le permitieron nunca mejorar su estilo de vida, mientras que en 1990 su "Retrato del Dr. Paul Gachet" fue vendido por la casa de subastas Christie's en 83 millones de dólares, lo que en aquel momento representó el precio de subasta más alto para una obra de cualquier artista en el mundo.

El doctor Gachet fue uno de los psiquiatras que intentó tratar sus padecimientos y lo acompañó en sus últimas horas de vida después de que se disparara en el pecho en los campos de Auvers-sur-Oise, al norte de París, donde vivía y trabajaba en la última etapa de su vida.

Van Gogh es una especie de símbolo desde entonces, el arquetipo del artista atormentado, sufriente, pero que produjo obras extraordinarias.

Sus diagnósticos a posteriori han sido varios: epilepsia, trastorno limítrofe de la personalidad, bipolaridad, neurosífilis y esquizofrenia.

Lo cierto es que en vida Van Gogh intentó tratar sus padecimientos con ayuda de su hermano Theo, un marchante de arte que le ayudaba económicamente y que lo llevó con médicos de la época. No pudieron hacer la diferencia.

Hay teorías que señalan que el amarillo de "Los Girasoles" más célebres de su obra, pintados en 1888 y hoy expuestos en la National Gallery de Londres, en su museo en Ámsterdam y en Tokio, fueron producto de un medicamento que tomaba para la epilepsia y que tenía como efecto secundario la experiencia más intensa de los colores.

Otros historiadores apuntan a que "Los Girasoles" fueron pintados en un brote psicótico en una habitación de Arles, mientras Vincent esperaba la llegada de su amigo el pintor Paul Gauguin.

También hay teorías de que el amarillo que usaba era altamente tóxico, por el azufre, y que tras largas horas pintando con él -incluso de comerlo, como apuntan otras teorías- aumentaba sus...

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