El valor social de los impuestos
| Autor | Manuel Ángel Núñez Soto |
Los modernos Estados nacionales se legitiman por medio de su política social. En las democracias desarrolladas, específicamente en los países miembros de la OCDE, hasta un 80 por ciento del gasto público se destina a servicios públicos y sociales. La administración pública moderna es una estructura de redistribución y creación de bienes públicos y, obviamente, lo que hace eso posible es la recaudación fiscal.
Los impuestos que el gobierno recaba son básicamente los recursos que una sociedad redistribuye para lograr niveles de bienestar aceptables. Un Estado con baja recaudación es un Estado que poco o nada puede hacer para crear las condiciones de crecimiento y justicia social en el largo plazo. Menos recaudación fiscal significa menos cooperación y acción colectiva entre los ciudadanos y, consecuentemente, menos recursos para los servicios públicos y la construcción de infraestructura.
El Estado mexicano redistribuye hasta el 95 por ciento de los impuestos que recaba, desafortunadamente la recaudación es tan baja que su impacto no es notorio ni sustantivo.
Del total de los recursos que el gobierno obtiene por impuestos 24.1 por ciento se destina a la educación, 12.3 por ciento se destina a los servicios de salud y 14.8 por ciento a la seguridad social, por poner algunos ejemplos.
Ahora bien, ¿es esa redistribución suficiente para las necesidades del país? La respuesta es claramente no.
Hoy, el gobierno mexicano recibe ingresos anuales por apenas el 16.2 por ciento del Producto Interno Bruto, esto es, contribuciones de Pemex por cerca del 2.9 por ciento del PIB, recaudación fiscal pura por el 12.1 por ciento del PIB y un 1.2 por ciento del PIB por otros ingresos.
Tomando en cuenta ese escenario, el sistema hacendario mexicano genera una de las bases fiscales más débiles del mundo. La recaudación fiscal anual mexicana (12.1 por ciento) es la tercera parte de la recaudación promedio de los países miembros de la OCDE (37 por ciento), es menos de la mitad de la recaudación promedio de Estados Unidos, Japón o Corea (todos entre 25 y 30 por ciento) y es menos de la tercera parte de la recaudación en Alemania o Canadá (38 por ciento).
La base fiscal mexicana es claramente inferior a la brasileña (33 por ciento del PIB), siendo Brasil la décima economía del mundo y México la novena.
La recaudación Mexicana es incluso inferior al promedio latinoamericano de 17 por ciento del PIB. De hecho, nuestro nivel de recaudación sólo es comparable al de países...
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