El Valedor / Elegía por la selva lacandona

Está en marcha, el reacomodo de comunidades zapatistas en el sur de Montes Azules. El viaje desde La Realidad hasta Boquerón tomó tres horas. La media que falta por caminar no es nada con las seis horas de selva y lodo que anduvieron ayer. "Estamos llegando en tiempo para trabajar la tierra y preparar la siembra de maíz..."

- La Jornada, 23 de enero, 2005.

Y que en la selva lacandona, mis valedores, la comunidad exige a las autoridades el desalojo de los poblados asentados de manera irregular en la reserva de la biosfera de Montes Azules, porque los invasores "están talando muchos árboles en la selva". Que la comunidad ya está cansada, y que fijan un plazo a los talabosques, que "ya no excederá los dos meses. Entonces vamos a actuar". Riesgoso, ¿no les parece?

Del conflicto que viven los lacandones por la invasión y devastación de la selva les hablé ayer, conflicto con más de cien años de vida; de muerte, más propiamente, y de destrucción, por culpa de la voracidad con que las transnacionales han explotado y explotan a lo irracional las finas maderas de la selva lacandona. Hace tiempo, repito, me visitó Cuauhtémoc González Pacheco, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y autor de El capital extranjero en la selva de Chiapas. Con base en su apasionada exposición del problema y en los documentos que dejó sobre esta mesa de trabajo sigo aquí con la historia del lacandón y su selva o, para no mentir: de la selva y sus lacandones, porque nunca la selva ha sido del lacandón. En la Historia, las pruebas:

"Los descubridores de la selva.- Ellos fueron Felipe Marín y Juan Ballinas; descubrieron que los ríos eran el medio para sacar los árboles de maderas preciosas de la selva lacandona. Marín cortó árboles en la década de 1860 y los lanzó por el río Usumacinta. Desembocaron en Boca de Cerro, cerca de Tenosique, Tabasco". Las firmas madereras más importantes que operaron desde el vecino país fueron Manuel Sisniaga Otero y la Casa Janet y Sarté. Un cálculo conservador, basado en los permisos expedidos en Guatemala, permite calcular que en sólo una década las empresas madereras cortaron 73 mil 710 árboles de caoba y cedro de la selva mexicana.

Las primeras compañías madereras.- Durante las décadas de 1880 y 90, las compañías madereras se apropiaron de importantes extensiones de la selva lacandona. Las primeras fueron la llamada Sub-Oriental, de nacionalidad francesa, la Compañía Valenzuela e Hijos, del mayor terrateniente...

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