El Valedor / Elegía por la selva lacandona

La reserva de la biosfera de Montes Azules, en Chiapas, tiene riesgo inminente de violencia entre las comunidades que la habitan, se advirtió al gobernador chiapaneco y al presidente Fox

(Noticia principal de Reforma el 26 de mayo)

Del conflicto que viven los lacandones por la invasión y devastación de la selva les hablé ayer, conflicto que tiene más de cien años de vida; de muerte, más propiamente, y de destrucción por la voracidad de las transnacionales que explotan a lo irracional aquellas finas maderas de la selva lacandona. Les dije también que hace tiempo me visitó Cuauhtémoc González Pacheco, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y autor de El capital extranjero en la selva de Chiapas. Ah, pues de su apasionada exposición del problema y de los documentos que dejó sobre esta mesa, sigo aquí con la historia del lacandón y su selva o de la selva y sus lacandones, da igual.

"Los descubridores de la selva: Ellos fueron Felipe Marín y Juan Ballinas descubrieron que los ríos eran el medio para sacar los árboles de maderas preciosas de la selva lacandona. Martín cortó 72 árboles en la década de 1860 y los lanzó por el Río Usumacinta. Desembocaron en Boca de Cerro, cerca de Tenosique, Tabasco".

Y que ahí se asentaron los hombres que atrapaban los troncos y los entregaban a los empleados de las compañías madereras, quienes las llevarían por el mismo río a los puertos de embarque: Frontera y Ciudad del Carmen. "El descubrimiento de Marín inauguró la explotación de las empresas llamadas montería que operando desde Guatemala con permiso otorgado por ese gobierno, extrajeron madera de la selva lacandona durante toda la década de 1860 a 70 y la siguiente...

Las firmas madereras más importantes que operaron desde el vecino país fueron Manuel Sisniaga Otero y la Casa Janet y Sarté. Un cálculo conservador, basado en los permisos expedidos en Guatemala, permite calcular que en sólo una década las empresas madereras cortaron 73,710 árboles de caoba y cedro de la selva mexicana.

Las primeras compañías

madereras

"Durante las décadas de 1880 y 90, las compañías madereras se apropiaron de importantes extensiones de la selva lacandona. Las primeras fueron la llamada Sub-Oriental, de nacionalidad francesa, la Compañía Valenzuela el Hijos, del mayor terrateniente de Tabasco, don Policarpo Valenzuela -un millón de hectáreas lo confirman-, la Casa Romano y la Casa Bulnes...

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