El valedor / Chuchos capones

Los chuchos de Lafontaine, mis valedores. Por prevenirme de alguna debilidad de conciencia, dije a ustedes ayer, el fabulista del XVII me relató ese de sus cuentecillos que tiene de protagonistas un lobo feroz que se tuerce de hambre y un chucho izquierdero muy bien graneado a expensas de Gobernación. El lupus:

- Sé que al igual que los intelectuales orgánicos, tú también tienes tu beca del FONCA.

- Jugosa la tengo, ¿tú gustas? ¿Por qué no haces lo que yo para mantener la barriga llena?, dijo a su pariente lejano (todos los parientes pobres son parientes lejanos). "Total, sólo tienes que ponerte a la orden del amo para cuidarle la finca y ladrar a tiempo".

Al amo y su hijita consentida: "Con sólo que le sonrías y le muevas la cola, porque de "prole" no te ha de bajar. Pero tu premio: truzcos de pavo, pichones, huacales de pollo y buenos cachos de filete mignón. ¿Conoces el mignón?"

- En fotos.

Así, trota que te trota, se acercaban a la casa grande en los pinos. A la perspectiva de las pechugas ajenas el lobo famélico fruncía las propias y discretamente babeaba. "Ya me veo llenando la tripa". Y mis valedores, fue entonces:

Entonces fue. Caminando, caminando, el mamífero advirtió aquellas marcas en el pescuezo del chucho talamantero.

- ¿Y eso? Os váis quedando calvo de vuestro cogote.

- Nada serio. Total, no fijándose...

El chucho olisqueó el muro de la casa en los pinos, alzó la de atrás y trazó fulgurante rúbrica. "¿Ves? Aquí los becados y los chuchos del amo tenemos libertad de expresión". El lobo insistió:

- ¿Nada serio, decís? Pero si la traéis toda pelada, la pelambre del pescuezo.

- Me la peló la argolla.

"Chance y le reviro el albur". Ahí el chucho:

- La argolla del big chif me la peló, la cuera. En la noche me atan.

- ¿Que qué? ¿Os atan? ¿Pero os dejáis atar?

- Es requisito de la casa grande para merecer beca del FONCA y visita a Gobernación. Dejarse apergollar del pescuezo. Lo aceptan los vivos, lo aceptaron los muertos y pasaron por gente de izquierda.

- ¡No!¿Y a qué más se te...

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