'Vacas locas', un mal colectivo

Mural/Bélgica

BRUSELAS.- Un problema que parecía estar bajo control y que en un principio era considerado un asunto exclusivo del Reino Unido, actualmente es un problema colectivo que se ha extendido a la mayoría de los estados de la Unión Europea (EEB) amenazando la salud de los consumidores.

Hace casi cinco años, la ciudadanía británica vivía aterrorizada por la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o "mal de las vacas locas"; desde hace unas semanas son los franceses quienes experimentan un temor similar luego de que la televisión mostrara por primera vez una víctima mortal en Francia a causa de la enfermedad, y ahora el pánico se deja sentir en el resto de los europeos.

En España, el Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, se ha visto obligado a comer carne ante las cámaras para demostrar que no hay riesgo en su país. En el Reino Unido, todo corte de carne que se vende en los supermercados porta ya un certificado de origen, a pesar de que la medida es prohibida por la Comisión Europea, y en Alemania se ha establecido un número telefónico de información para responder a las incógnitas de la ciudadanía.

A pesar de estas acciones, y la insistencia de las autoridades de que en sus respectivos países el ganado esta fuera de todo riesgo, los europeos han comenzado a modificar sus hábitos de consumo.

En la región italiana de Toscana, las celebridades y artistas revisan que sus cosméticos no estén elaborados con grasas animales; en Bruselas, algunas escuelas han decidido prohibir la carne de vaca y ternera en sus comedores; y en Amsterdam, muchas personas han terminado por alimentarse sólo de verduras.

"Cuando el miedo entra en la gente, tarda mucho en salir" dice René Collard, director del rastro de Ciney, Bélgica. "La situación está muy mal y si no se hace algo de inmediato terminaremos por cerrar el matadero", explica haciendo énfasis en que todos los carniceros le comentan que "el negocio está por los suelos".

Informes de la Comisión Europea sostienen que las ventas de vacuno en España, Alemania y Francia, han caído hasta en un 50 por ciento, un dato que no sorprende a nadie si se hace caso de las encuestas. Un estudio de la agencia alimenticia de Berlín, sostiene que uno de cada tres alemanes ha dejado de comer carne de vacuno.

El pánico ha crecido en la comunidad europea tras los casos registrados en España y Alemania, dos países que presumían estar limpios de la epidemia. Aunque la situación por la que pasa Europa occidental está...

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