Vacacione sin riesgos en tiempo compartido

AutorJuan Antonio Lara

Adquirir una membresía de tiempo compartido, que fluctúa entre mil 500 y 100 mil dólares, puede ser la llave para conocer muchos destinos turísticos, pero también convertir sus vacaciones en toda una pesadilla.

Y es que si las promesas de los vendedores no se ponen por escrito al firmar el contrato, podría perder su tiempo y dinero.

Tal es el caso de la regiomontana Silvia Guadalupe Brieño de Cantú, quien se arrepiente de haber adquirido una membresía en el Royal Holiday Club, del Grupo Costamex.

Su pesadilla comenzó cuando vacacionaba en Ixtapa, Zihuatanejo, en el 2001 y un vendedor la convenció para que comprara un tiempo compartido, prometiéndole que no pagaría cuotas extraordinarias, ni tendría que hacer pagos de mantenimiento.

Su familia invirtió 228 mil 639 pesos para tener derecho a disfrutar de los hoteles que promueve el grupo, pero su sueño se vino abajo cuando le empezaron a cobrar estas cuotas.

"Si yo hubiera tenido la más leve información de alguien que compró antes que yo", dice, "no habríamos adquirido esta membresía".

Para Jorge Hernández Delgado, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de México, los consumidores se enfrentan a una serie de desventajas al contratar un tiempo compartido.

"Al menos para los mexicanos, un problema se encuentra en la falta de disponibilidad de habitaciones en temporada alta, además del costo del transporte aéreo", asegura.

Y debido a estos inconvenientes, las quejas que se presentan contra las empresas que prestan estos servicios están a la orden del día.

De acuerdo con José Steele Garza, jefe de Servicios al Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor en Monterrey, uno de los reclamos más frecuentes es porque a los clientes no les ofrecen la habitación que les habían prometido.

También se da el caso de que se empalman las reservaciones y a muchos los mandan a hoteles secundarios que no son los que esperaban, afirma.

Para no ser engañado, la Profeco recomienda a los viajeros no dejarse sorprender por las comidas o renta de autos "gratis" que ofrecen los promotores, con tal de orillarlos a firmar.

Y en caso de haber firmado el contrato...

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