Se va... y deja casos pesados

Luego de cumplir poco más de un año en el puesto, el Contralor del Estado, Gerardo Guajardo, anunció ayer su renuncia alegando motivos personales y dejando sin resolver emblemáticos casos de corrupción de la gestión del Gobernador Jaime Rodríguez.

En conferencia virtual con Manuel González, Secretario General de Gobierno, Guajardo aseguró que hace semanas presentó su renuncia por "motivos personales" para atender "actividades profesionales", la que fue aceptada por "El Bronco".

González informó que Pablo Silva, director Jurídico de la Contraloría, quedó como encargado de despacho, cuarta persona al frente de la dependencia desde el inicio del sexenio en octubre del 2015, cuando "El Bronco" designó a Nora Cantú como primera titular.

El Secretario agregó que aún no se define quién será nominado al Congreso local para ocupar el cargo de forma definitiva y, aunque la Ley otorga un plazo de 90 días, estimó que se hará antes antes de ese tiempo.

Guajardo llegó a la Contraloría el 21 de agosto del 2019 como encargado del despacho y hasta el 2 de diciembre fue ratificado.

El hoy ex funcionario reemplazó al polémico Jesús Hernández, un cercano amigo del Gobernador que, a su vez, había sustituido a Cantú en julio del 2018.

Hernández estuvo durante más de un año como encargado de despacho, sin haber sido nominado para su ratificación legislativa, y entre acusaciones de "tapar" irregularidades ligadas a "El Bronco".

Desde el inicio, Guajardo encaró casos heredados por Hernández y Cantú, pero también deja sus pendientes.

Uno de los primeros temas que atendió fueron los aumentos injustificados de sueldo a María Teresa Martínez, suegra del Gobernador, que sumaron un incremento del 144 por ciento y le permitieron acceder a una megapensión.

Con Guajardo, la Contraloría suspendió el pago de la pensión, pero la situación sigue en litigio por "Doña Tere", además de que no se ha informado de las sanciones administrativas contra los funcionarios que avalaron el aumento salarial.

Otro caso emblemático son los castigos por la recolección en horario laboral por parte de burócratas de firmas para la campaña presidencial de "El Bronco", caso que le estalló a Cantú y tampoco fue resuelto por Hernández.

En noviembre pasado, en el Congreso local, Guajardo sólo dijo que 165 involucrados en las "broncofirmas" fueron exonerados por sus superiores...

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