Usó una cueva como escondite

AGUILILLA.- Servando Gómez, La Tuta, estuvo más de un año en la sierra, en cuevas y en una alejada finca rodeada de montañas.

Su última guarida antes de ir a Morelia era un finca en El Paso de la Cucha, donde el agua llega en una kilométrica manguera. El capo dejó los lujos ante el acoso federal para capturarlo.

El rancho cuenta con diversos corrales. Lo más cercano, a una hora por brecha, es una comunidad denominada Guanajuatillo. Después, a otras dos horas se llega a El Alcalde y unos 30 kilómetros más adelante se encuentra a Apatzingán.

La Policía Federal halló rastros de una mariscada y botellas de whisky. Todavía hasta 2013 en este corredor no entraba nadie. El territorio estaba en poder de los Templarios.

Aunque incómodo, La Tuta se sentía seguro en esa finca rodeada de montañas. A mediados del año pasado, las fuerzas federales y militares detectaron al líder templario en el Paso de La Cucha, que cuenta con una carretera de terracería. A pie, los uniformados comenzaron a peinar la zona montañosa lo que tensó al cabecilla templario.

Entre agosto y septiembre de 2014, el capo abandonó la finca al sentirse cercado por los federales.

La Tuta tenía caballos para sus traslados locales en terracería, en caso de emergencia.

Buscó refugios temporales en Arteaga y Tumbiscatío que incluyó una cueva cercana a dos...

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