Unidas por su talento

AutorIdalia Barrera

Como hermanas han compartido una vida juntas, lejos de sus raíces y de Polonia, el país donde nacieron; pero como actrices, Ludwika y Dominika Paleta tienen pocas oportunidades de trabajar en un mismo proyecto como lo hacen en Monterrey, donde comparten por primera vez un escenario regio.

Las artistas llegaron ayer para presentarse en Los Monólogos de la Vagina, que anoche ofreció las dos primeras funciones de las seis que darán hasta el domingo en el Teatro Monterrey del Seguro Social.

"Estamos muy contentas de estar aquí", dijo Ludwika durante la conferencia de prensa que ofrecieron las hermanas, acompañadas de la sexóloga Anabel Ochoa.

"Ya tenía rato de no venir, pero mi hermana (Dominika) nunca había venido, así que vamos a darle la vuelta para que conozca".

Y aunque pocas veces coinciden, ambas comentaron que se acoplan tan bien en el escenario como en su vida personal.

Ludwika y Dominika crecieron dentro de una familia muy unida, fueron cómplices de sus travesuras, de sus tristezas y alegrías de niñas.

"Siempre nos hemos apoyado en todo, sobre todo en sabernos escuchar, porque eso es bien importante no sólo como hermana, sino como amiga, como ser humano. Yo trato de estar con ella en los momentos en que me necesita", contó Dominika, la mayor de la familia Paleta.

"Es importante dar amor, un buen abrazo y saber que cuentas con una persona incondicionalmente, y creo que una relación de hermanas con esa cualidad es muy bonita".

Ludwika coincide con ella en que sólo existe ese apoyo incondicional, cuando tienes una relación muy estrecha con alguien.

"Nos llevamos muy bien, no tenemos más hermanos ni a nadie más cercano que a mis papás, porque somos de otro país; si no estuviéramos unidas, nos sentiríamos solas", expresó la protagonista de Duelo de Pasiones.

Y aunque se llevan varios años, siempre han sido muy unidas, eso sí, peleaban como todas las hermanas, pero han compartido más momentos buenos que malos.

"Recuerdo que de niñas éramos muy traviesas, pero tampoco éramos unas diablillas, fuimos buenas niñas", aseguró entre risas Ludwika.

"Nos peleábamos mucho, pero luego nos contentábamos, jugábamos, nos hacíamos guerra de cosquillas, dormíamos juntas, siempre hubo muy buena relación", agregó Dominika.

Y aunque ambas soñaban desde niñas con ser actrices, fue Ludwika quien tuvo la primera oportunidad en la telenovela Carrusel, donde interpretó a María Joaquina, una niña caprichosa, racista y cruel de la cual se enamora...

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