Unidad y firmeza contra el crimen

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Luis Felipe Bravo MenaMilitante del Partido Acción NacionalEL UNIVERSALEl 25 de agosto pasado, Monterrey vivió quizá uno de los capítulos más trágicos de su historia: 52 personas perdieron la vida a manos de un grupo de criminales que incendiaron el Casino Royale.Al dolor de sus deudos hay que añadir una profunda sensación de miedo, ansiedad e indignación que afecta directamente a los habitantes de esa ciudad y, por las dimensiones de esta tragedia, a todos los mexicanos. La herida que han dejado recientes episodios de violencia en distintos puntos del país se ensancha inconmensurablemente con este acto de terror que deja ver con claridad hasta dónde puede llegar la delincuencia al sentirse gravemente amenazada. Ante el horror y la barbarie, lo menos que puede pedirse es unidad y firmeza.Si bien las voces críticas frente a la Estrategia Nacional de Seguridad tienen todo el derecho de hacer los planteamientos que juzguen pertinentes, hoy es necesario cerrar filas y enviar un mensaje contundente a todos los que se empeñan en hacer de México un país violento e impune. Tal y como recientemente lo ha hecho el Senado de la República, conviene que todos los actores políticos, el Poder Judicial y las distintas autoridades de los tres niveles de gobierno cierren el paso a la polarización y al lucro electorero del que algunos siempre intentan abrevar para sacar ventaja. Es menester lanzar una ofensiva de colaboración y unidad para, entre todos, aprobar una agenda de reformas económicas, judiciales, policiacas y sociales encaminadas a rechazar la violencia, combatir la impunidad y a doblegar, con la ley en la mano, al crimen organizado. Ya no se vale, por lo tanto, regatearle apoyo al Presidente o lavarse las manos frente a lo que es, a todas luces, un desafío que exige una respuesta colectiva. Con Monterrey se confirma que ésta es una batalla de todos los mexicanos en la que nos jugamos mucho más que la satisfacción de mezquinos intereses políticos. Nos jugamos la paz de las generaciones futuras y la viabilidad de un país que ya no puede seguir de luto.En el fondo, es una lucha contra años de inacción que aprovecharon los delincuentes para comprar autoridades, establecer redes de apoyo, controlar toda clase de negocios ilícitos y expandir sus actividades sin que nadie les impidiera el paso. Julio Berrones Ramírez, uno de los asesinos confesos del ataque al Casino Royale, es un botón de...

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