Cañonismo: El último reto
| Autor | Mauricio Ramos |
Fotos: Mauricio Ramos
Siguiendo las instrucciones de nuestro guía Mauricio Garza, uno de los pioneros del cañonismo en México y fundador de Matacanes.net, empresa dedicada al ramo, habíamos llegado hasta la entrada al Jonuco, una zona residencial campestre en las afueras de Monterrey que es famosa por sus espectaculares vistas. Ahí habíamos acordado encontrarnos con el mismo equipo de guías con quienes se había realizado el primer descenso unos meses antes por el Cañón de la Esmeralda.
El reto máximo
La travesía inicia con una hora de caminata en ascenso que conduce hasta la boca del cañón, donde inicia la bajada. Es importante aclarar que en esta región los cambios repentinos de clima son comunes, por lo que ya nos habían advertido que la soleada mañana no era garantía de que horas después caminaríamos bajo una intensa lluvia.
Afortunadamente no corrimos con la misma suerte de la primera expedición, aquél día de neblina y lluvia se vieron forzados a caminar empapados durante 14 horas con una visibilidad de unos cuantos metros, factores que complicaron el trayecto.
Conscientes de los riesgos que implican los deportes extremos llegamos a la cima del Puerto de Oyameles, donde termina la caminata. Ahí, Gustavo Casas, otro guía de Monterrey, nos explicó los pormenores para realizar un viaje de exploración como éste, el equipo, la planeación y, sobre todo, las medidas de seguridad necesarias para hacer frente a cualquier emergencia que ocurra en el cañón.
"Imagínate que encuentras una caída de 200 metros y sólo cargas dos cuerdas de 50 metros, o que alguien pierde el conocimiento dentro del cañón, ¿qué haces entonces?".
Su pregunta era sencilla, pero la respuesta me hizo pensar que meterse en las profundidades de la Tierra no es cosa de juego y que no importa qué tan intrépido sea uno, este deporte es de alto riesgo y requiere supervisión y asesoría de un equipo de guías profesionales.
La Esmeralda paso a paso
Después del breve descanso iniciamos el descenso por una brecha que resultó todo menos accesible. Esta cuesta zigzaguea entre una densa maleza de bosque, encontrando a su paso algunas bifurcaciones de la cañada principal, por lo que cualquiera que no conozca bien este lugar podría terminar perdido en la montaña.
Finalmente, después de superar un sinnúmero de ramas, rocas y troncos caídos llegamos al primer rappel, conocido como "La Cascadita". Es una caída de sólo cinco metros de altura, pero es el punto definitivo de la ruta pues una vez...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba