El último día del Presidente

Fernando de la Rúa, de repente, clavó la mirada en un ramo de flores ya marchitas que adornaban su despacho en la Casa Rosada. Se levantó pesadamente del sillón y fue directo a ellas para arrojarlas en el cesto de papeles. Después vendrían unos segundos que duraron horas, con un De la Rúa que vacilaba en silencio sobre qué ubicación darle a ese florero que había vaciado. Sólo le restaban unas pocas horas como Presidente al hombre que sostenía el jarrón con sus manos.

Lo contemplaban perplejos -y en silencio también- los presidentes de los bloques de senadores y diputados de la Unión Cívica Radical, Carlos Maestro y Horacio Pernasetti. Dos de las figuras más encumbradas que tiene hoy el partido del ex Presidente y que en los últimos días buscaron en vano ensayar alguna alquimia que permitiera salvar al Gobierno.

"Fernando, hay que parar la represión, porque de lo contrario se va a agravar la desobediencia civil y va a haber más muertos", casi fue un clamor del dúo Maestro-Pernasetti. "No es así, son cuentos, no pasa nada..., dijo De la Rúa desde una burbuja de fantasía.

Los legisladores no ocultaban su impotencia de no poder llevarlo a su terreno. Sólo después de mucho bregar lo convencieron de la necesidad de negociar con el Partido Justicialista para integrar un Gabinete nacional "con respaldo de todos los sectores", como paso previo a la formulación de un nuevo plan económico. Hace días que venían diciéndoselo; lo mismo que Raúl Alfonsín y Angel Rozas, las otras dos caras más visibles de la actual cúpula radical.

"Bueno, hablen con el Peronismo. Si la cosa no va, renuncio", les anticipó De la Rúa con un gesto de desesperación contenida. Maestro no tardaría mucho en descubrir que su gestión tendría el mismo destino que las flores de De la Rúa. Ramón Puerta, presidente provisional del Senado y con toda oportunidad de convertirse en el sucesor, se despachó con un no rotundo a un Gobierno de unidad nacional.

Puerta avisó que la recomposición del Gabinete no era de su incumbencia. Y enumeró cuáles eran las iniciativas que podría acompañar el peronismo: instrumentación de un seguro de desempleo; un plan alimentario nacional, la creación de una "tercera moneda (un nuevo bono)" para darle...

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