Último adiós con porras

El camillero héroe de Cuajimalpa ya descansa en paz. Ayer por la tarde fue despedido entre lamentos, porras, aplausos y flores blancas.

Su madre colocó un ramo de crisantemos en botón sobre su ataúd y, junto con otros racimos de rosas y sus guantes de kick boxing, fue depositado en una cripta de Mausoleos del Ánge.

Aunque las cerca de 200 personas que lo acompañaron lanzaron porras y aplausos en su honor, cuando el ataúd gris entraba en la cripta todo fue tristeza.

En ese momento, Sandra Muñoz, madre del héroe camillero del Hospital de Cuajimalpa, lanzó un grito: "¡Hijo mío!" Siguieron sollozos y lamentos de los abuelos, tíos, amigos y amigas.

"Son héroes y no deben terminar así", comentó Álvaro Orta, padre de Mónica Orta, enfermera del Materno Infantil de Cuajimalpa quien, como el camillero Jorge Luis, murió por las lesiones ocasionadas por auxiliar a mujeres y bebés después del pipazo del 29 de enero.

También acudieron compañeros del trabajo, de la escuela, familiares y amigos. Para algunos, la reacción heroica de Jorge Luis fue obvia, lógica, no se esperaba menos de él.

Estaba tan comprometido con su trabajo que siempre extralimitada sus responsabilidades, contaron.

No sólo trabajaba de camillero y cumplía su turno, ayudaba a alimentar a los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR