Turistas al rescate
| Autor | Carla Guerrero |
Enviada
El matrimonio de Lizzie Corke y Shayne Neal es singular. Su trabajo podría estar considerado dentro de los mejores del mundo: viven en una casa en medio del bosque, alimentan a koalas, protegen a los canguros heridos y respiran aire puro a toda hora. Afortunadamente, el viajero puede integrarse a su particular estilo de vida y, al mismo tiempo, ayudar en la conservación.
El punto de encuentro es el Centro Ecológico de Cape Otway, a 20 minutos del poblado de Apollo Bay, que integra la famosa Gran Ruta Oceánica, al sur de Australia.
Este lugar ha sido reconocido a nivel nacional por sus programas ecológicos aplicados al estilo de vida diario. Preparan alimentos sin conservadores, reciclan la basura, utilizan celdas solares y almacenan agua de lluvia para su uso. También está dedicado a la protección de la biodiversidad del ambiente e incorpora programas de educación ambiental.
El viajero que asoma las narices en esta propiedad podrá aprender de las prácticas habituales de Lizzie y Shayne, y hasta ayudarles en el cuidado de los animales.
El centro tiene disponibles 5 habitaciones amuebladas de forma rústica y con un baño propio. Posee una librería bien nutrida de libros y videos, así como un área de comida llamado Great Hall, donde se sirven alimentos por 35 dólares australianos.
En el Centro de Conservación Ecológica, Lizzie pasa casi todo el tiempo curando a los canguros que, en su mayoría, sufren de mordidas de otros animales. En esta ocasión, cuida de un bebé canguro que se quedó huérfano luego de que un auto arrolló a su mamá. Un conductor lo encontró solo a medio camino y lo trajo a este lugar.
Después de aplicarle una venda, le da una mamila con leche. Dice que se quedará hasta que sane completamente, y pueda regresar a la vida silvestre.
"Pero la mayoría de los canguros que cuidamos y después soltamos, regresan a los campos cercanos al área. Creemos que generan lazos afectivos con nosotros ", cuenta.
Y a juzgar por la gran cantidad de marsupiales que comen pasto a las afueras del centro, Lizzie ha curado y salvado a demasiados.
El viajero puede ayudar en el salvamento de estos animales, que se cuentan por millones a lo largo del territorio australiano. Será la mejor oportunidad de estar muy cerca de uno de estos ejemplares.
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