Los tumban de la nube
| Autor | Fernando Vanegas |
Le ganaron al líder, pero no pudieron ante el colero. De "matagigantes", los Rayados pasaron a ser "levanta muertos".
Como Jekyll y Hyde, el Monterrey mostró anoche su otra personalidad, la de un equipo inoperante, sin intensidad y una defensiva con huecos hasta llegar al punto de ser la primera víctima de Pumas, que ha ganado apenas su primer partido después de 12 jornadas en el Apertura 2013.
Quizá a lo de anoche es a lo que los futbolistas se refieren cuando explican que "cada partido es diferente". En relación al equipo que había vencido al Morelia, con autoridad y merecimientos, el Monterrey se comportó distinto y no sólo por haber perdido 1-0 en contra.
Al equipo dirigido por José Guadalupe Cruz, con quien ahora los albiazules tienen dos triunfos, un empate y dos derrotas en la Liga MX, le faltó esa movilidad que tuvo en sus encuentros anteriores, jugó como en "cámara phantom", dirían los más mordaces en las redes sociales, generó pocas ocasiones de gol y encima aceptó ese único gol a 10 minutos del final tras un error individual de Darvin Chávez.
No hubo mucho que rescatar en un partido que fue infumable en la primera parte. Los primeros 45 minutos sólo sirvieron para que entre los dos equipos dispararan dos veces a la portería y muy desviado como lo hizo Neri Cardozo, por Rayados, o Ariel Nahuelpan, cuyo intento sólo mereció el desprecio del portero rayado Jonathan Orozco, quien le dedicó su tradicional gesto con el brazo derecho.
El delantero Humberto Suazo no fue titular y se le extrañaba dentro del campo, pero no era al único al que Monterrey echaba de menos.
Luego de haber sido testigos del momento que viven algunos jóvenes en los partidos de Copa y que venían ya mostrándolo en la Liga, también a ellos se les quería ver.
Sin embargo, la decisión del "Profe" Cruz fue respetar las jerarquías. Aunque sí puso a Luis Guillermo Madrigal en lugar de Marlon de Jesús desde el inicio, Lucas Silva mantuvo su puesto hasta el minuto 70, cuando salió por Omar Arellano.
Gael Acosta y Gerardo Moreno, por mencionar a los juveniles que más ha halagado el técnico, no fueron tomados en cuenta.
Entró el "Chupete", pero el andino acusó el tiempo que llevaba fuera y poco pudo hacer para revertir las cosas, aunque en realidad no contó con la colaboración de nadie. El Monterrey fue demasiado predecible, demasiado lento en sus transiciones.
Aún así,el que pudo hacer la diferencia fue Marlon, quien entró por Madrigal para jugar los últimos 15 minutos del...
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