Trivializan horror.- Krauze

AutorErika P. Bucio y Julieta Riveroll

El historiador Enrique Krauze condenó la "moda perversa" asumida por políticos como Hugo Chávez de trivializar el Holocausto estableciendo un símil con figuras y situaciones actuales que "nada explican y todo lo confunden".

Krauze aludió al Presidente de Venezuela, quien afirmó hace un par de semanas que Hitler "se queda corto" comparado con el ex Presidente español José María Aznar.

"Equiparar a Aznar con Hitler es un acto de relativización que trivializa el horror sucedido hace 60 años, porque si seis millones de personas sacrificadas es igual al supuesto apoyo de Aznar al golpe contra Chávez (de abril del 2002), entonces todo es comparable con todo y nada importa", expuso.

La noche del martes, durante la presentación del libro A 60 años de la liberación de Auschwitz. Reflexiones en la prensa mexicana en el Museo de la Ciudad de México, Krauze también criticó al Nobel portugués José Saramago, quien en marzo del 2002 comparó la ocupación israelí del territorio palestino con lo ocurrido en Auschwitz.

"El antisemitismo ha vuelto amalgamado con el antisionismo o con la actitud adversa hacia las políticas del gobierno de Israel, pero todas estas distinciones, que son fundamentales, no se hacen. Entonces, personajes de envergadura como Saramago se atreven a decir que los campos de refugiados de Palestina son equivalentes a Auschwitz. Al relativizar una tragedia equiparándola con otra, se pierde el imperativo de la graduación del mal".

El presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Gilberto Rincón Gallardo, advirtió que detrás de cada genocidio, el prejuicio es el mismo: la eliminación del otro por ser distinto, lo que vuelve indispensable preservar la memoria para garantizar la justicia.

"Uno de nuestros grandes desafíos éticos consiste en aprender a no olvidar las brutales lecciones del pasado. Porque el olvido no sólo nos distancia del sufrimiento de los otros; también nos encamina a minimizar las tragedias del presente, a justificar su repetición y hasta a asentir frente a sus nuevas realizaciones".

Como parte de ese ejercicio contra el olvido, Krauze leyó un fragmento de las memorias inéditas de su tía Dora Reym, sobreviviente del campo de exterminio de Auschwitz.

"Para los hijos y nietos de sobrevivientes representa un imperativo moral, de cara al pasado, preservar la memoria por piedad y compasión, pero también como advertencia de los extremos de la maldad humana; de cara al futuro, para preservar la libertad y la...

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