De trazo irónico y guadalupano
| Autor | Alejandra Carrillo |
Quienes lo conocen saben que en la obra de Rafael López Castro (Degollado, Jalisco, 1946) confluyen varios elementos esenciales: la honestidad, el humor, el trabajo arduo y México.
El legado del artista de 76 años de edad es crucial para entender al diseño mexicano en todos los sentidos. El diseño gráfico, sobre todo.
Estudió en la Escuela Nacional de Artes Gráficas, tuvo como sus maestros a Carlos Flores Heras y a Vicente Rojo, diseñó para revistas comerciales, empresas disqueras y agencias de publicidad, además de carteles y portadas para la Editorial Joaquín Mortiz.
Y es muy mexicano, dice su amigo y colega, el diseñador uruguayo Carlos Palleiro, porque nadie como él supo integrar sin restricciones y con un estilo personalísimo rasgos de la cultura popular mexicana.
"Es una persona mexicana en el sentido de la palabra más de pueblo mexicano, de las costumbres mexicanas. No tiene esa cosa del desapego como a veces podemos tener otros diseñadores, más fría, más encerrada, más escolástica. No. Rafael se nutre de eso, de los mercados, de la gente", cuenta.
Felipe Covarrubias, otro colega y amigo lo confirma.
"Con decirte que en el escritorio de su estudio tenía siempre un busto de Juárez y una virgen Guadalupana. Decía que era el juarista más guadalupano y es cierto", recuerda.
Así sus diseños son inmortales e inolvidables. Irónicos a veces, siempre llenos de vida.
Ya no se diseña como antes, recuerda Palleiro, pero López Castro se aferra.
Aunque ya no crea de manera cotidiana, hasta para sus trabajos más recientes se dedicó a todos los procesos con sus propias manos sin muchas herramientas digitales.
"Es un tipo muy metódico, muy ordenado, pero más que nada muy trabajador. Di clases durante 18 años en la Ibero de Puebla y fue muy difícil hacerle entender a los estudiantes el tiempo que lleva hacer un diseño. Cómo a veces la primera solución es la que triunfa, a veces lleva días y no es sencillo. Se requieren, como hacía Rafael, muchas horas de restirador. Es uno de los aportes más importantes y es el ánimo que compartimos siempre Germán (Montalvo) Rafael y yo: mucho tiempo de trabajo, mucha dedicación y muchas horas porque es cuando uno puede llegar a ofrecer en su en su trabajo final lo mejor que puede hacer".
De entre las muchas cosas que le celebran quienes lo aman, es cómo traslada a sus diseños su personalidad divertida y desfachatada.
A Pelleiro y a Germán Montalvo los conoció como a muchos otros artistas en la legendaria Imprenta...
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