Se trata de apoyar a los talentos
| Autor | María Fernanda Torres |
Dicen que son pocos los privilegiados con una inteligencia superior, ¿pero realmente serán escasos lo que nacen con ese don? ¿O será que no son identificados a tiempo y su habilidad se pierde?
Al parecer la segunda opción ha despertado el interés tanto de los colegios particulares como de la Secretaría de Educación e instituciones privadas, al grado de crear programas especiales para apoyarlos.
"Tal vez ahora existe cierta presión por parte de los padres de familia que buscan que las habilidades de su hijos sean reconocidas", explica el doctor en educación Jesús Amaya Guerra.
El talento que no se usa se desperdicia, por lo que la pregunta es ¿cuántos talentos habrá perdido el país sólo porque no se les supo dar el apoyo que necesitaban?
De aquí la preocupación por identificar a los alumnos sobresalientes o superdotados para brindarles herramientas que les permitan desarrollar sus habilidades.
"Según estadísticas, tres de cada 100 niños poseen capacidades intelectuales superiores", indica la pedagoga Lourdes García Hernández.
En cualquier nivel social existen niños con una inteligencia superior, afirma, el problema es que los colegios no los identifican a tiempo.
"Por eso, resulta indispensable que las instituciones educativas cuenten con estrategias diseñadas especialmente para estimular el desarrollo intelectual de los niños superdotados", expresa, "de lo contrario, los alumnos pierden la oportunidad de aprovechar sus habilidades al máximo".
Los colegios necesitan sensibilizarse ante este tipo de situaciones para identificar oportunamente a dichos alumnos y ofrecerles actividades que enriquezcan no sólo su capacidad intelectual, sino también emocional, manifiesta García.
En caso de que no cuenten con una departamento ni un programa especial para atenderlos, deberán canalizarlos con un psicólogo externo.
"Es necesario medir el coeficiente intelectual (CI) del niño mediante pruebas estandarizadas de inteligencia y habilidades para determinar su perfil y obtener un parámetro formal de su inteligencia", advierte, "ya que muchos alumnos tienen una gran habilidad numérica y verbal, pero no necesariamente un CI superior".
No forzar
Algunos papás, en su deseo por tener hijos más inteligentes, recurren a una gran cantidad de estímulos para que aprendan a leer y escribir a temprana edad, expresa Amaya, pero lo único que logran es estresarlos.
"Los estudios indican que saturar intelectualmente a un niño no lo convertirá en superdotado o genio"...
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