Iniciativa parlamentaria que expide la Ley General para el Combate de la Obesidad y Trastornos en la Conducta Alimentaria de la Niñez y Juventud., de 27 de Noviembre de 2012

Que expide la Ley General para el Combate de la Obesidad y Trastornos en la Conducta Alimentaria de la Niñez y Juventud, a cargo de la diputada María del Rocío Corona Nakamura, del Grupo Parlamentario del PRI

La suscrita, diputada federal María del Rocío Corona Nakamura integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 71, fracción II, y 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y en los artículos 6, numeral 1, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de esta asamblea Iniciativa con proyecto de decreto por el que se crea la Ley General para el Combate de la Obesidad y Trastornos en la Conducta Alimentaria de la Niñez y Juventud al tenor de la siguiente Exposición de Motivos

  1. Planteamiento del problema

    En la actualidad en todo el mundo se tiene presente un problema de salud pública que amenaza la expectativa de vida de los seres humanos sin importar su género y se gesta en la mayoría de los casos, desde la etapa de niñez y juventud. La obesidad y el sobrepeso son un problema que tiene la particularidad de desarrollarse desde la edad infantil y juvenil, representando por ello un grave problema no solo de coyuntura sino con amplia prospectiva de proyectarse a largo plazo afectando por igual tanto a hombres como mujeres.

    La obesidad es definida como una enfermedad crónica producida por varios motivos, y en síntesis se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo; puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 por ciento de sobrepeso), moderada (del 41 al 100 por ciento de sobrepeso) o grave (más del 100 por ciento de sobrepeso) o bien clasificada conforme al índice de masa corporal o IMC como clase I (moderada), clase II (severa) o clase III (mortal).

    Se puede afirmar, que este problema es el resultado del consumo de calorías en una cantidad mayor que las que el cuerpo requiere para el desempeño de sus funciones; aunque también especialistas afirman que existen además factores como los genéticos que influyen en el peso del cuerpo, pero la medida de incidencia de estos factores no es elevada.

    La obesidad y el sobrepeso exponen al ser humano a diversas complicaciones, algunas mínimas y controlables y otras mortales; por ejemplo se tiene registrado que la acumulación de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los pulmones, dificultándole al paciente respirar y exponiéndolo al ahogo.

    Además en su etapa leve, puede causar afecciones ortopédicas, en la zona inferior de la espalda, complicaciones de la artrosis en las caderas, rodillas y tobillos con tumefacción de los pies.

    En casos moderados en edad adulta, se reconoce que la obesidad abdominal está altamente vinculada con afecciones coronarias y con tres de sus principales factores de riesgo: la hipertensión arterial, la diabetes y las concentraciones elevadas de grasas (lípidos) registradas en la sangre.

    Patologías asociadas a la obesidad y sobrepeso Cardiovasculares - Opresión torácica y estenocardia. - Desplazamiento cardíaco con disminución de la repleción de la aurícula derecha. - Estasis vascular-pulmonar. - Taquicardia de esfuerzo. - Hipertensión arterial. - Insuficiencia cardiaca. - Angina de pecho. - Infarto de miocardio. - Estasis venoso periférico. - Varices. - Tromboflebitis. - Ulceras varicosas. - Paniculopatía edematofibroesclerosa (celulitis). Metabólicas - Diabetes mellitus tipo II. - Hiperglucemia, intolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina. - Hipercolesterolemia. - Hipertrigliceridemia. - Hiperuricemia. Respiratorias - Hipoventilación alveolar. - Incidencia de catarros, bronquitis crónica, neumonía. - Síndrome de picwick (cuadro de insuficiencia cardio-respiratoria). -Apnea nocturna. Osteo-articulares - Aplanamiento de la bóveda de la planta del pie. - Aplanamiento de los cuerpos vertebrales de la columna, con neuralgias y espondilitis deformante. - Artrosis generalizada: especialmente en rodillas, caderas y columna lumbar. - Atrofia muscular. - Gota. - Pie plano y desplazamiento de la epífisis de la cabeza femoral. Digestivas - Dispepsia gástrica, con acidez, flatulencia, digestiones pesadas. - Dispepsia biliar, con colecistitis y colelitiasis. - Ulcera gastroduodenal. - Estreñimiento con frecuentes hemorroides. - Insuficiencia hepática en grado variable por infiltración grasa. - Aumento de la frecuencia de cirrosis hepática. - Insuficiencia pancreática. Renales - Nefroesclerosis con hipertensión arterial. - Albuminuria y cilindruria. - Retención líquida con edemas. Gonadales - Alteraciones menstruales variables: hipomenorrea, hipo e hipermenorrea, amenorrea. Gestacionales - Mayor incidencia de toxemia preeclámpsica, mala posición fetal. Psicológicas - Miedo e inseguridad. - Baja autoestima. - Desorden de conductas alimentarias. - Perturbación emocional por hábitos de ingesta erróneos. - Distorsión de imagen corporal. - Depresión.

    Como se puede ver con la lista anterior, el problema es grave y empeora si se reconoce que a nivel mundial, la prevalencia de la obesidad ha aumentado progresivamente durante los últimos cincuenta años y de modo inquietante en la última década, presentando porcentajes de 10 a 20 por ciento en la población total mundial en edad de infancia, 30 a 40 por ciento en la población total en edad de adolescencia y hasta 60 a 70 por ciento en el total mundial en edad adulta.

    Además estudios específicos y desde un enfoque socio-económico nos muestran que una persona con problemas de obesidad y sobrepeso gasta aproximadamente un 25 por ciento más en atención a la salud, en comparación con una persona en peso normal en función de su estatura y edad.

    Ante esto, la Organización Mundial de la Salud –en 2010– estimó que la obesidad era ya considerada una patología epidémica a nivel mundial; al reconocer que poco más de mil millones de adultos tienen sobrepeso y más de 300 millones tienen prevalencia de obesidad.

    Según estas estimaciones, se tiene proyectado que para el año 2015 habrá cerca de 2 mil 600 millones de adultos con sobrepeso y un poco más de 800 millones con prevalencia de obesidad.

    En números concretos se puede afirmar que el 70 por ciento del total de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad causan una gran incidencia de muertes (3 millones de personas cada año); además genera el 49 por ciento de los casos mundiales de diabetes y el 33 por ciento de cardiopatía isquémica.

    Esto ha motivado a los expertos a considerar a la obesidad infantil como uno de los principales problemas graves de salud pública; pues se estima que poco más de 15 por ciento de los niños en edad escolar (entre 5 y 17 años) del mundo tiene índices elevados de masa corporal y 30 por ciento de ellos son considerados con obesidad moderada.

    A pesar de todo esto pocos han sido los esfuerzos gubernamentales por detener esta problemática, omitiendo que en la actualidad se reconoce y así lo han dado a conocer diversos estudios que de cada 10 personas ya sea hombre o mujer en edad adulta, 9 han generado obesidad o sobrepeso a causa de una mala alimentación y por supuesto por el sedentarismo de su ritmo de vida; factores que son sujetos de incidencia directa de adecuadas políticas públicas enfocadas en la materia.

    Estos factores detonantes y específicos, surgen desde edad temprana y son reproducidos hacia las nuevas generaciones por los adultos en el seno familiar o social; de tal forma que si queremos atender esta grave situación debemos de enfocarnos prioritariamente en la población infantil y juvenil.

    La prevalencia de esta afirmación está justificada por el incremento de casos de obesidad infantil en todo el mundo; generado de igual forma por el exacerbado consumo de alimentos con alto contenido en grasas y azúcares y el sedentarismo de muchos niños a lo largo de su jornada diaria.

    La práctica de actividad física es esencial para su crecimiento y su salud pero contraviene el estilo de vida que llevan los niños actualmente. La mayoría de sus actividades son ver la televisión, sentarse frente a la computadora y los videojuegos; sustituyendo los juegos al aire libre, las excursiones, los deportes.

    Según encuestas, a nivel mundial en países industrializados, semi-industrializados y en vías de desarrollo los niños pasan en promedio 2 horas y media diarias viendo la televisión y hora y media jugando videojuegos o en su computadora.

    Además, los niños de la escuela primaria o nivel básico carecen de una alimentación balanceada, por lo general evitan el ejercicio durante el horario de escuela y en el resto del día, prefiriendo entretenerse sentados.

    Al igual que la obesidad y el sobrepeso en la edad adulta, las complicaciones generadas por la obesidad infantil son muchas y varias en cuanto a patologías; crea desde problemas psicológicos como marginación escolar, pérdida de autoestima, aislamiento, depresión clínica, bajo...

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