Trastorna a padres periodo vacacional
| Autor | Alejandra Atilano |
"¿Qué voy a hacer?", piensa Rosa. Los dolores de cabeza comienzan, el estrés se eleva, tiene que levantar a sus hijos una hora más temprano, hay que apurarse, el tiempo ya no alcanza como antes y todavía hay que tomar el camión para llevar a los niños con la abuela.
El despertador suena a las 5:00 horas, los niños rezongan, 12, 11 y 5 años de edad, quieren dormir más, pero eso es imposible, hay que llegar puntual al trabajo.
Desde hace 24 años, una oficina en una dependencia de Gobierno la espera, se encarga de atención al público, hay que ayudar con el gasto porque la vida es cada vez más cara. ¿Vacaciones?, dos semanas al año y ya las tomó, en Semana Santa y Pascua.
Al trabajo tiene que llegar a las 8:00 horas en punto, hay que checar tarjeta y resolver con quién dejar a sus hijos, porque en casa no se pueden quedar solos, a veces se los lleva a la oficina, otras veces con la abuela y en ocasiones se los deja a una vecina.
"Es muy complicado, porque antes de irme a trabajar necesito ir a las seis (de la mañana) a dejar a los chiquillos, y vente corriendo a trabajar, a la salida, otra vez ir por ellos y cambia muchísimo, muchísimo mi ritmo de vida".
Rosa tiene la ventaja que en su trabajo le permiten llevar a sus hijos, el problema es no descuidar las labores y responsabilidades y al mismo tiempo mantenerlos ocupados.
"Les digo 'salte al parquecito un poquito'. Al chiquito no lo dejo, aquí lo traigo y así nos la llevamos".
Su esposo también trabaja, pero él entra desde las 6:00 horas y llega a la casa hasta la noche.
Los cursos de verano donde acostumbra meterlos subieron 200 pesos más que el año pasado, no sabe si podrá pagar la inscripción de los tres.
"Pienso, 'a ver cómo le hago para meterlos a un curso de verano', aparte que es necesario para ellos, para mí también sería de mucha ayuda".
A las 14:30 horas el trabajo termina, sale de la oficina, toma el camión para ir por los niños, cuando no se los lleva con ella. Después la casa la está esperando, hacer la comida, el quehacer, cuidarlos y buscar actividades para mantenerlos ocupados.
Como Rosa, muchas otras mujeres padecen la misma situación en las vacaciones de verano, las empresas del gobierno y privadas no ofrecen alternativas para las mamás trabajadoras que no tienen en donde dejar a sus hijos en epoca de vacaciones.
Es un problema añejo que se vive cada año, en donde las oficinas se llenan de niños acompañando a su madre, o pasan el día en una oficina con el temor que sus hijos...
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