Traspasa crisis fronteras
| Autor | Alejandro Pairone |
REFORMA / Argentina
BUENOS AIRES.- Por tener la segunda reserva gasífera más importante de América, detrás de Venezuela, Bolivia es un enclave estratégico en materia de energía y su inestabilidad política preocupa a los Gobiernos de varios países, no sólo en el Cono Sur.
Muestra de esto es el hecho de que en Bolivia está la segunda mayor Embajada de Estados Unidos, con mil funcionarios. La mitad de grande que la colombiana, pero cuatro o cinco veces mayor que la de otro país de la región.
La importancia regional de Bolivia en materia energética se hizo determinante a la luz de los planes de integración sudamericana, donde debe satisfacer el abastecimiento gasífero del Cono Sur.
En la Integración de Infraestructura Regional Sudamericana, la triple frontera de Perú, Brasil y Bolivia, deberá ser el asiento de un Complejo Hidrocarburífero que contempla la industria petroquímica y termoeléctrica.
Allí habría de converger el gas boliviano y el peruano, si alguna empresa logra extraerlo del gigantesco yacimiento de Camisea, ubicado en la Cordillera de los Andes.
En el proyecto participa la estatal brasileña Petrobras, que controla el 16 por ciento de las reservas gasíferas de Bolivia y se lleva a Brasil 20 millones de metros cúbicos diarios de fluido.
Con Argentina, Bolivia firmó en el 2004 un contrato para vender 6.5 millones de metros cúbicos diarios de gas, y aumentar en forma creciente hasta llegar a 28 millones en el 2007 para abastecer siete provincias del norte argentino.
Para llegar a los 28 millones de metros cúbicos diarios hace falta un gasoducto de mil 200 millones de dólares cuya construcción está parada porque el suministro depende de la Ley de Hidrocarburos de Bolivia, cuya sanción o no permitirá saber si La Paz vende gas, y a qué precio.
Chile sufre indirectamente la inestabilidad boliviana al importar 15 millones de metros cúbicos de gas de yacimientos de la Patagonia, que se corta cuando Buenos Aires no puede satisfacer la demanda interna. Si el gas boliviano no llega a Argentina, el gas argentino no llega a Chile.
Uruguay deberá recibir desde mediados del 2005 dos millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano por gasoductos argentinos, según acordaron los Mandatarios de los 3 países. Este país sufre deficiencias energéticas, pero equilibrará sus necesidades con gas boliviano y petróleo venezolano que en breve comenzará a llegar a Montevideo.
Otra de las grandes preocupaciones de Buenos Aires, Lima, Brasilia, Santiago y...
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