Trasnocha con ardiente alegría

AutorLeslie Aguirre

Querendona, trasnochadora y morena, así es Pereira, capital de Risaralda, una de las ciudades que, junto a Manizales y Armenia, conforman el Eje Cafetero de Colombia.

Pereira tiene fama de ser la urbe más fiestera de todas, o como dicen los colombianos, la más rumbera. Basta llegar a ella para toparse con un provocador recibimiento.

Los anfitriones llevan a las visitas a cenar carnes asadas a La Ruana o al Asadero y, al terminar, la fiesta continúa en La Chiva.

La Chiva es un típico camión colombiano, muy parecido a un vagón de tranvía. Locales y turistas suben a este medio de transporte, con alrededor de ocho bancas horizontales y sin puertas, para gozar de un recorrido nocturno por toda la ciudad.

Todos toman sus posiciones. No importa si van chilenos con argentinos o mexicanos con peruanos, los pasajeros interactúan y sacian la sed con el aguardiente que reparten desde el asiento delantero. El aguardiente es la bebida alcohólica más popular en todo Colombia, aún más que la cerveza.

A todos los anima La Papayera, una banda de tres o cuatro integrantes que desde el fondo de la Chiva ameniza el camino con los sonidos emitidos por una batería, varias trompetas y una guitarra acústica... Siempre tocando cumbias y canciones colombianas.

Tras disfrutar tan jocoso recorrido sólo quedan dos opciones: que la Chiva lleve a cada uno de los paseantes a su hotel, o dejarlos en algún centro nocturno para que puedan rumbear hasta que amanezca.

Tras la guarapeta...

Pese a las pocas horas de descanso, los viajeros están listos desde las 8:00 horas para comenzar un largo paseo. Arepas, chorizo y una croqueta de maíz, además de chocolate y ensalada de pepinos con cebolla morada, conforman el desayuno que ayuda a volver a la vida.

El recorrido contempla la parada en una granja donde se produce panela (conocida en México como piloncillo) ingrediente base de los platillos colombianos y también de las bebidas como el guarapo, el cirope y la aguapanela. Todas llevan un poco de canela y naranja, y se distinguen por la cantidad de agua o aguardiente que utilizan.

Luego de hacer un poco de turismo rural, lo siguiente es visitar el Parque Nacional de Tatamá, ubicado en la montaña de Las Ventanas. Para llegar hasta la cima y obtener la mejor vista hay que parar en el restaurante de la zona y abordar un Willis (jeeps que fueron utilizados en otros países durante la Segunda Guerra Mundial y que se quedaron para uso industrial y turístico). Es posible viajar en la parte...

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