Tras las huellas de Revueltas

MÉXICO, D.F., abril 13 (EL UNIVERSAL).- Han pasado 37 años de la partida del escritor, militante e intelectual mexicano José Revueltas. Su legado no concluyó la tarde del 15 de abril de 1976 cuando fue enterrado en el Panteón Francés, sino que continúa vivo a través de la actividad que más le apasionaba: la literatura.

Pocos tienen la suerte de crecer en una cuna revolucionaria y ése fue el caso de José Revueltas quien nació en Durango el 20 de noviembre de 1914 en una familia donde convivían pintores, músicos, actores y escritores.

Los primeros años de su vida se gestaron entre la militancia política de su hermano Fermín y la participación de Silvestre como uno de los protagonistas del movimiento renovador del arte mexicano.

Revueltas siempre se consideró un autodidacta y en lugar de cursar la secundaria en un sistema escolarizado, pasó ese tiempo en la Biblioteca Nacional conociendo el legado de los grandes escritores universales y acercándose a los textos que marcaron el rumbo de su vida.

Desde su adolescencia hizo honor a su apellido. Con tan sólo 14 años comenzó su militancia en el Socorro Rojo Internacional y para 1932 ingresó en el Partido Comunista Mexicano, del cual fue expulsado en dos ocasiones.

Seguir las huellas que dejó Revueltas en la memoria colectiva del siglo pasado es sólo un intento por rendir un homenaje a quien fue uno de los hombres más importantes de la izquierda mexicana.

Los aforismos filosóficos de RevueltasSi había una actividad que apasionaba a Revueltas ésa era la literatura. Para él los textos eran un instrumento de trabajo social al servicio del pueblo. Su principal actividad era escribir y lo hacía todos los días convencido de la estrecha relación que existía entre su vida literaria y su vida ideología.

Fue en 1938 cuando Revueltas comenzó a escribir relatos y cuentos breves para las revistas sindicales de la época.Él mismo reconoció que la labor que ejercía como periodista le ayudó para desarrollar la prosa.

A pesar de ser escritor, Revueltas se mostró temeroso de llamarse poeta pues consideraba que no cualquiera podía llevar ese título. En una plática realizada con Ángel Olmos y que se incluyó en el libro “Conversaciones con José Revueltas”, mencionó que él practicaba la poesía, pero muy en privado.“Lo que he escrito de poesía no puede ser considerado verdadera poesía: más los veo yo como renglones con ideas aisladas… mejor los llamaríamos aforismos filosóficos”.

Malraux se convirtió en la principal...

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