TRANSVERSAL / Golpe a la sociedad civil

AutorDavid Gómez-Álvarez

A Lulú Morales, de la Red por la Rendición de Cuentas.

"Lo que pasó (antier en el Congreso de Jalisco) es un duro golpe para la sociedad civil de toda la República", advirtió Mauricio Merino, el artífice intelectual del modelo institucional del combate a la corrupción del país.

No es poca cosa que lo diga uno de los mayores referentes nacionales en la materia. Junto con él, se empiezan a sumar muchas voces no sólo locales, sino también nacionales que condenan la contrarreforma del partido Movimiento Ciudadano.

Existe una creciente preocupación de intelectuales, periodistas y activistas de todo el país con lo que sucede en Jalisco, ya que, en palabras de Merino, era "el último bastión del combate a la corrupción" en México.

Aunque la contrarreforma va con dedicatoria a cinco ciudadanos incómodos para el poder, en realidad es un embate en contra de la sociedad civil de todo el país.

No es una exageración. El propio Merino lo explica con todas sus letras: "A pesar de la creación de los sistemas anticorrupción del país, la lucha no ha funcionado. La paradoja es que donde sí comenzó a funcionar fue en Jalisco, que se convirtió en un emblema nacional". No sólo por la lucha por designaciones públicas abiertas, sino también por instrumentos técnicos rigurosos, como la política estatal anticorrupción, considerada como la mejor del país.

De consumarse, la contrarreforma haría de Jalisco un ejemplo nacional de regresión democrática, al echar por la borda lo mucho o poco que hasta ahora se ha logrado. No somos insensibles a la crítica: sabemos que podemos hacerlo mejor. Ya lo expresó el Observatorio Permanente del Sistema Estatal Anticorrupción de Jalisco en su reciente evaluación, por cierto otro actor ciudadano único en el país: no existe una articulación real ni sanciones efectivas. Hacemos nuestros los señalamientos que de buena fe nos hacen articulistas y tuiteros. Honraremos el mandato ciudadano que nos han encomendado, conscientes de que nos debemos a la sociedad civil que representamos. A nadie más. Nuestra independencia no se finca en una contraprestación de ley, sino en nuestra trayectoria y compromiso con la causa que nos (pre)ocupa a todos: la lucha contra la...

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