'Transita' Lerner al pasado
| Autor | Oscar Cid de León |
Con Magnavoz, el californiano Jesse Lerner emprendió un viaje al pasado, concibiendo una suerte de documental que parece haber sido rodado en la década de 1920.
Con él emprendieron el viaje el crítico de arte Cuauhtémoc Medina, quien devino en actor, e incluso el desaparecido cineasta y director escénico Juan José Gurrola, quien figura como voz en off de este filme que tiene por guión un discurso sociopolítico que realmente data de 1926, anterior a la llegada del sonido al cine.
"Es un cortometraje experimental que en realidad es una adaptación de un texto, que parece guión, de Xavier Icaza. Es un texto estridentista, y es como una meditación sobre el futuro de México después de la Revolución", explica el documentalista.
A proyectarse ininterrumpidamente en el Centro de la Imagen hasta el 7 de septiembre, Magnavoz también se integra por cuadros cinematográficos de archivo, pero sobre todo por imágenes actuales levantadas en el DF, Veracruz, Estado de México y Puebla, y que han sido trastocadas para asemejar el paso del tiempo.
Es entonces una especie de collage, refiere Lerner, pues las tomas actuales se fusionan a la estética y recursos del documentalismo realizado en la primera mitad del Siglo 20.
En Magnavoz, el rol central lo lleva una voz proveniente de una serie de antiguos megáfonos colocados arbitrariamente en las faldas de volcanes como el Popocatépetl y el Pico de Orizaba, lejos de los mercados y el bullicio de la población.
"De esas bocinas salen discursos ideológicos sobre a dónde vamos (una vez consumada la Revolución), pero el pueblo está en lo suyo y no les pone atención; prefieren estar chupando en las pulquerías".
Así, diversos cuadros del México de los años 20 sirven de marco a un narrador ignorado.
Dicha voz, un tanto distorsionada, como cualquier fonorregistro que supone haber sufrido el paso del tiempo, fue grabada ex profeso por Gurrola, quien meses después fallecería.
Concluido en 2006, Magnavoz posee un guión complejo y a veces contradictorio, reconoce Lerner.
A decir del también ensayista, el guión, que alude al pensamiento de intelectuales mexicanos como José Vasconcelos y Gerardo Murillo el Dr. Atl, da cuenta de puntos de vista divergentes que incluso caen en contradicciones, por lo que cada espectador debe interpretar el filme como quiera o como pueda.
Pero todo parece dilucidarse cuando aparece a cuadro el muralista Diego Rivera, interpretado...
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