Carta/ La transición política con Fidel en el poder

El lunes 13 de agosto, Fidel Castro Ruz cumplió 75 años de edad. Con lucidez increíble y una extenuante jornada de trabajo diaria, llega el histórico Comandante de la Revolución cubana a festejar su cumpleaños en Caracas, Venezuela.

Este cumpleaños está precedido de un hecho que causó polémica sobre su estado de salud: el 23 de junio, el veterano político sufrió un desmayo ante cientos de cubanos que lo escuchaban en una "tribuna abierta de la revolución". Tras breves minutos de ausencia por la fatiga y el calor, regresó al podio y dijo que estaba "entero".

En Miami, y de manera extensiva, los radicales anticastristas del exilio cubano lanzaron las campanas al vuelo, mientras la clase política cubana se estrujó.

Aunque Fidel presenta un vigor envidiable a su edad y mantiene su actitud noctámbula de platicar con sus invitados, el desvanecimiento reforzó un asunto del que en Cuba ya se habla con insistencia: la era postfidelista, y las múltiples especulaciones que suscita pensar en el día que Fidel ya no esté con nosotros.

Propongo separarnos de la idea fácil de que todo se acaba si se ausenta Fidel. La propaganda ha hecho creer que los 43 años de esta revolución se han fincado en un ejército o en el control unipersonal del poder. No darle cabida al largo y hondo proceso de politización e ideologización del pueblo cubano -fincado en un alto nivel educativo- es engañarse de principio a fin.

Están en la conciencia de la gente valores fundamentales de la batalla histórica por su propia identidad, y por no ser arrasados en forma ineluctable por la globalización y la beligerancia con la que prácticamente de manera exclusiva opera el sistema capitalista en el mundo; hay un caldo de cultivo que sustenta, y una indiscutible figura que cohesiona, la de Fidel.

Ante los retos inminentes que habrán de enfrentar en su proceso de apertura, los cubanos administran en su realidad sentimientos encontrados: la necesidad de cambiar para mejorar, sin perder lo bueno de su pasado y su batalla, manteniendo su derecho a la diversidad y a...

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