La cultura en transición: Alabemos todos la Megabiblioteca
Autor | Carlos Monsiváis |
No se les elogie por comparación. Así algunos de ellos tuvieran cualidades notorias, los encargados en diversos niveles de la política cultural en los años de la Respetabilidad a Toda Costa del PRI (1971-2000) sólo ocasionalmente dispusieron de imaginación y generosidad, y más bien se atuvieron a la reproducción de siempre y acrecentaron sin medida la burocracia. Este, en esencia, fue el programa:
- apoyo a creadores, con sistemas de becas y premios.
- el Instituto Nacional de Bellas Artes.
- el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
- formación del horizonte canónico a través de homenajes, grandes retrospectivas, premios nacionales (es procedimiento ya un tanto devaluado), publicación de obras completas, etcétera.
- el Canal 11 y, a partir del sexenio de Salinas, el Canal 22, extraordinarios en última instancia.
- patrocinio de grupos de teatro y danza.
- vigilancia y registro del patrimonio nacional.
- apoyo a la producción y la cultura fílmica a través de Imcine y la Cineteca Nacional.
- apoyo a la cultura musical con la Orquesta Filarmónica Nacional, la Compañía de Opera, las orquestas de cámara, los coros, etcétera.
- auspicio de la vida literaria y cultural por medio de la organización incesante de conferencias, mesas redondas, simposios, encuentros, etcétera.
- el Fondo de Cultura Económica y la Dirección de Publicaciones de Conaculta.
- formación de un sistema museístico nacional y regional, que incluye los Museos de Antropología de la Ciudad de México y Jalapa, el Museo Tamayo, el Munal, el Museo de Arte Moderno y el Museo Carrillo Gil. Con un gran apoyo de la sociedad civil (Francisco Toledo) hay en Oaxaca un circuito de museos extraordinario, y en Monterrey la iniciativa privada sostiene a Marco. En todos estos museos se monta al año un número significativo de exhibiciones, así sea escaso el presupuesto para adquirir obras.
- programa de ediciones muy amplio, obstaculizado por los problemas de distribución.
- promoción más bien discreta de la cultura mexicana en el extranjero, con exposiciones que suelen coincidir con giras presidenciales.
- auspicio moderado de las vanguardias.
- programa de difusión, patrocinio y preservación de las culturas populares, lo que incluye el Museo.
La lista continúa, y si se trata del conjunto del Estado mexicano, debe agregarse el trabajo de los centros de educación superior, muy en especial la UNAM, las secretarías de Estado, los gobiernos regionales y algunos esfuerzos de la iniciativa...
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