En transformación

AutorRebeca Pérez Vega

Ediciones Arlequín está siempre en búsqueda de nuevos lectores con propuestas variadas que traen al presente a autores ya olvidados o que pongan en el reflector a las narrativas periféricas de distintas geografías.

Con una apuesta arriesgada, el sello tapatío también se ha propuesto distintas formas de lectura. Además de ser una de las editoriales locales que han impulsado el libro electrónico desde hace varios años, incursionará en el audiolibro, porque es un segmento del mercado que va en aumento tanto en Estados Unidos como en América Latina.

"La editorial está en un muy buen momento, siempre en transformación, en crecimiento, y ahora buena parte de nuestra producción estará en audiolibro; es el segmento que está creciendo porque lo puedes consumir mientras conduces o caminas, entre las nuevas generaciones está pegando fuerte", advierte el fundador de Arlequín, Felipe Ponce, quien comparte la dirección editorial con Elizabeth Alvarado.

El primer libro que lanzarán bajo ese formato es "Detective que Oye Boleros", de Pancho Madrigal, y la idea es que para finales del año se sumen al menos siete títulos más.

Además de distribuir su material de forma tradicional, Arlequín ha abierto sus canales de venta y sus obras pueden encontrarse en cerca de 600 plataformas de lectura, librerías virtuales y páginas de contenidos, como Amazon, Apple, Bookmate, Barnes & Noble y BajaLibros.

"Nos interesan libros breves, de autores contemporáneos, de culturas periféricas, queremos mantenernos vigentes con nuevos autores, pero no como un estandarte único de la editorial, nos llaman la atención obras con cierto humor, nos gusta dialogar con otras culturas, editar libros por la importancia que reviste el rescate de una voz olvidada", narra Ponce.

Arlequín tiene un catálogo de 250 títulos, de ellos 70 están disponibles y en circulación. Este año, el propósito es editar una decena de nuevos volúmenes y cuatro ya están en las estanterías, como "Nadie nos Mira", del portugués José Luís Peixoto y "Premio del Bien y Castigo del Mal", de la jalisciense Refugio Barragán, escrita originalmente en 1884 y que se quedó en el olvido muchos años a pesar de ser la primera novela mexicana escrita por una mujer, explica Felipe.

Para la editorial no ha sido sencillo mantenerse tantos años, pero el valor de su catálogo y encontrar nuevas fórmulas de producción y de distribución han generado que su trabajo sea continuo, aunque Ponce expresa que con las nuevas tecnologías muchos...

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