Traidor de nacimiento

Gabriel CruzCIUDAD DE MÉXICO, junio 12 (EL UNIVERSAL).- Burlón, sarcástico, en pocas palabras, un auténtico malandrín de los cuadriláteros, así es Yago, integrante de la nueva camada en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) que promete ser un dolor de cabeza constante para rudos y técnicos en las plazas coliseínas.

Ser malora lo trae en la sangre, su padre, Coco Blanco, aterrorizó los cuadriláteros en su mejor época como gladiador y busca labrar su camino en la Arena México y anexas, “es una alegría pertenecer a esta empresa, es algo que cualquiera desde chico lo sueña. Se lo dedico a mi padre quien fue mi gran inspiración para ser luchador profesional y donde quiera que esté no lo voy a defraudar”.

Con siete años en la lucha pero desde muy pequeño entrenando, no afloja el ritmo en busca de encabezar carteleras en el CMLL: “Mi padre me inculcó este bonito deporte en la época del Toreo de Cuatro Caminos, mi infancia pasó entre vestidores y arenas, debuté a los 20 pero ya llevaba mucho tiempo en este deporte. A los 19 supe que esto era para mi vida. Entonces le pedí a mi papá que me tratara como un alumno más, que no tuviera consideración y así fue. Se lo agradezco”.

Herencia maldita

Yago significa traidor, y, vaya que...

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