De tragos en la panza de Alien

MÉXICO, D.F., febrero 13 (EL UNIVERSAL).- Estar en las entrañas de la bestia puede causar conmoción; la misma a la que le escurría saliva del hocico que, a la vez, mostraba otro hocico, con horripilantes colmillos frente al rostro Sigourney Weaver en "Alien, el octavo pasajero", del director Ridley Scott.Aquel monstruo, así como la atmósfera en la que se desarrolló la película de ciencia ficción fueron creación del suizo Hans Rudolf Giger, ganador del Oscar en 1980 por mejor diseño de escenarios, mismos que salen de la pantalla grande para adaptarse a la decoración del Museo-Bar que abrió en 2003, en la aldea de Gruyères, (famosa por los quesos que llevan este nombre), en Suiza.Existe el antecedente del HR Giger Bar, inaugurado en 1992 en Chur, la ciudad más antigua de los Alpes.Ambos establecimientos se decoraron con los personajes surrealistas creados por la mente de Giger. Hace ya una década que está en funcionamiento su museo, el cual forma parte del castillo medieval Château St. Germain, considerado monumento histórico de la nación. Es una construcción laberíntica que...

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