Se los traga todo el lodo

Se los tragó la tierra... literalmente.

La mañana del 14 de septiembre del 2010, unos trabajadores se encontraban en la Colonia La Haciendita, en Zapopan, pues estaban colocando tubos del drenaje.

Daniel y Manuel se metieron a una zanja de tres metros de profundidad situada en la Calle Leona Vicario, al parecer para tomar medidas y colocar un tubo para agua potable.

Sin embargo, uno de los polines instalados en el interior del hoyo se rompió y la tierra se vino abajo, dejando sepultados hasta la cintura a los dos hombres.

- ¡Metan la máquina! ¡Sáquenos!, le gritaba Daniel a los compañeros que estaban fuera de la zanja. Pero éstos no metieron la retroexcavadora por miedo a lastimarlos.

No había pasado mucho tiempo del derrumbe cuando un tubo de aproximadamente seis pulgadas, según los trabajadores, se tronó por el peso de la tierra que le cayó encima y un chorro de agua comenzó a llenar la zanja donde estaban las víctimas.

Una de ellas se había atado previamente una cuerda alrededor de la cintura, como una línea de vida, pero ésta no fue suficiente...

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