Trae Pandur al Fausto moderno

AutorFrancisco Morales V.

Cuando el director esloveno Tomaz Pandur monta una obra de teatro, lo hace bajo una premisa básica: lo que habrá de surgir en el escenario es la realidad, pero una de otro tipo, quizá mejor que las otras.

"(Es una realidad) libre de exceso de información, libre de saturación de estímulos sensoriales y mentales, adaptada a la necesidad de nuestras emociones para la extracción de información", refiere Pandur, en entrevista vía correo electrónico.

Sus respuestas lo revelan como un hombre de intereses renacentistas. "Estoy de acuerdo con Einstein, quien dijo que arte y ciencia son ramas del mismo árbol", suscribe.

Para el director, el nuevo teatro surge de la comprensión científica moderna del propósito de nuestros sentidos: "Creo que la ilusión teatral comienza y termina en la propia interpretación teatral, como un juego cibernético entre nuestro cerebro y el escenario".

Por ello, el teatro de Pandur pertenece al eje "La ciencia del arte. El arte de la ciencia" del Festival Internacional Cervantino.

De entre su extenso repertorio de obras, que durante casi 30 años ha favorecido la reinterpretación de los gigantes literarios como Dante, Shakespeare y Tolstoi, los organizadores del evento pidieron que llevara a Guanajuato su más reciente puesta de Fausto, el clásico de Goethe.

La disertación científica es doble: en la historia, el hijo favorito de Dios, el sabio Fausto, decide comerciar con su alma para obtener conocimiento...

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