Tradición y modernidad

AutorDavid Loji

En la creación de un auto influyen cientos de factores, pero en el caso específico de Mazda, se trata de un perfecto balance entre la calidad que sólo alcanza lo artesanal, el sentido japonés de la belleza y la emoción del manejo.

Para el diseño de sus autos, la marca originaria de Hiroshima, Japón, echa mano de varios procesos artesanales. Por ejemplo, los artesanos Takumi, quienes perfeccionan su técnica por más de 20 años, esculpen bocetos de arcilla de los modelos antes de su producción para asegurar que los vehículos transmitan vida y personalidad.

El proceso de pintura de un Mazda también es peculiar, pues los autos deben transmitir movimiento incluso al estar inmóviles y, para ello, se usa un sistema llamado Takumi Nuri que crea colores de una profundidad que destacan sus líneas y curvas.

Con el nuevo Mazda 3, por ejemplo, los diseñadores escanearon los movimientos de un pintor de autos para después crear un robot que siguiera sus trazos, todo ello, para darle una bella imperfección humana al auto en lugar de la frialdad de un sistema computacional.

Si algo caracteriza a los Mazda es su conducción divertida y emocional, y para lograrla, usan la suite de soluciones técnicas llamadas SkyActivTM, que reflejan el ingenio japonés y son integrales pues incluyen nuevos motores, transmisiones, carrocería y sistemas de suspensión, todos diseñados para combinar eficiencia y un manejo estimulante.

Otro principio...

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