Tradición entre hojas

AutorÉrika Dávila

Delgaditos o bien rellenos de masa, pequeños o tan grandes que no caben en un plato, de forma rectangular o triangulares, pero siempre antojables, así son los tamales que deleitan paladares cada 2 de febrero.

En el Día de la Candelaria, los tamales salados y dulces llegan a las mesas para unirse al festejo que invita a presentar en el templo al Niño Dios colocado el 25 de diciembre en el Nacimiento.

"El tamal debe tener tres características: primero, ser un alimento envuelto en algún tipo de hoja; debe tener una mezcla de masa de maíz, y por lo consiguiente, un tipo de relleno", precisa el chef Ricardo Muñoz Zurita, investigador gastronómico.

Luisa González, chef de Huecani México, agrega que en diferentes partes de la República el tamal adquiere el colorido del maíz blanco, pozolero, azul o rojo, así como el sabor inigualable de una masa hecha con elote fresco.

Ésta puede ir batida con manteca, mantequilla, tequesquite, polvo para hornear, sal, azúcar, caldos, agua, adobos o cualquier otro elemento que resulte característico de la región donde se elabora el tamal, como sucede también con los rellenos.

Y para envolver este antojito mexicano se echa mano de una gran variedad de hojas, menciona Abdiel Cervantes, chef e investigador gastronómico, como la del propio elote, milpa, plátano y aguacate, entre otras.

Tamales elaborados por Luisa González, chef ejecutivo de Huecani México, y Cynthia Mayela Hernández, chef del mismo establecimiento. / Accesorios: Liverpool.

QUERÉTARO/ Tamal canario

·Hoja: maíz seco.

·Masa: harina de arroz con mantequilla, azúcar y pasas.

·Relleno...

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