Tradición de 400 años

METRO / Especial

La Rosca de Reyes se consolidó en España hace siglos como un dulce esencial de este día.

En México, niños y mayores tratan de adivinar el lugar en el que se esconde la sorpresa y evitar el pedazo que alberga el niño, mientras van saboreando este colorido pan recubierto de azúcar y frutas escarchadas, cuyo origen se encuentra rodeado de leyendas.

Son múltiples las historias en torno al roscón de reyes, como lo llaman los españoles, aunque varias fuentes fijan su aparición en Francia, en la Edad Media.

Sin embargo, el nacimiento de la rosca parece estar relacionado con las saturnales romanas, unas fiestas dedicadas a Saturno, en las que el pueblo celebraba la paz y la prosperidad y daba la bienvenida a los días más largos, pues su inicio coincidía con el solsticio de invierno.

En estas fiestas era costumbre esconder una haba, que en ocasiones se ocultaba en la miga de un pan. Quien la encontraba era nombrado "rey de reyes" durante un tiempo, y si se trataba de un esclavo, quedaba en libertad durante las saturnales.

Fue ya en el Siglo 1 cuando estas fiestas, cristianizadas por la Iglesia, se dedicaron a los niños, pues en varios lugares de Francia la figura del "rey haba" recaía en el niño más pobre de la ciudad. Dos siglos después, ya se habla de que al niño que le tocaba era llamado "Niño Rey" y era soberano por un día.

Lo cierto es que son miles las anécdotas que rodean...

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