Trabajo y salarios. Panorama mundial y el caso de México

AutorRoberto Candelas Ramírez
Páginas6-34
6
Introducción
Las cifras que arroja el Informe Mundial
sobre Salarios 2016-2017 elaborado por
la Organización Internacional de Trabajo
causan, en una primera impresión, asombro.
En 2015, un total de 3,210 millones de per-
sonas estaban empleadas (42% del total de la
población mundial =7,550 millones de perso-
nas), de las cuales 51.% eran trabajadores asa-
lariados o a sueldo. Esta cifra por sí misma da
cuenta de la enormidad del mundo del trabajo,
o dicho de otra manera, de la cantidad de per-
sonas que viven o apenas sobreviven gracias
a la cultura del esfuerzo, pero también de la
aportación que este universo de trabajadores
realizan al esfuerzo productivo.
Es difícil imaginar la enorme gama de produc-
tos y servicios que se desprenden de ese gran
esfuerzo de creación de valor y riqueza social.
Igualmente, es sorprendente que esa gran ri-
queza generada no alcance para que una alta
proporción de la población mundial logre ha-
cer legítimo su derecho y aspiración por acce-
der a mayores satisfactores de vida.
El panorama laboral mundial no es muy alenta-
dor. El nivel del salario real mundial ha venido
experimentando una contracción sostenida,
con recuperaciones moderadas (en coyunturas
muy específicas) y desigualdades muy marca-
das en las distintas regiones del mundo.
Los mejores salarios deben ser el resultado di-
recto de los incrementos de la productividad
laboral. Por desgracia esto en la práctica no su-
TRABAJO Y SALARIOS. PANORAMA
MUNDIAL Y EL CASO DE MÉXICO
Roberto Candelas Ramírez*
* Licenciado en economía por la UNAM. Línea de investiga-
ción: planificación del desarrollo económico. Correo elec-
trónico: robcanb22@hotmail.com
Inversión
Capital jo
Capital variable
Salario
Costo de
maquinaria
y mantenimiento
Costo de mano
de obra
Plusvalia
7
cede así. En muchos países, incluso en econo-
mías como Alemania, Estados Unidos y Japón,
la participación salarial como proporción del
producto interno bruto ha descendido al paso
de los años como consecuencia de que las re-
muneraciones no están ancladas a una mayor
productividad. Tal hecho se ha convertido ya
en una tendencia mundial.
México no escapa a la desigualdad salarial que
predomina en el mundo, aunque lo que acon-
tece en México asume rasgos de desigualdad
laboral y social extrema. Y si bien la propor-
ción de la población ocupada respecto a la po-
blación económica activa es cercana a 90%, lo
cierto es que la estructura de la ocupación, el
empleo y los salarios está dando paso a una
precarización laboral cada vez más marcada
con una alta proporción de la población ocupa-
da posicionada en la economía informal.
La existencia de un salario mínimo es una prác-
tica internacional muy extendida, tanto en el
mundo desarrollado como en los países en de-
sarrollo. Este mecanismo busca acercar a quie-
nes devengan un ingreso bajo a un mínimo
legal establecido que permita adquirir cierto
nivel de calidad de vida. A este mínimo salarial
se adhieren un alto porcentaje de la población
joven (primer empleo), la población rural que
trabaja en la agricultura y las mujeres que rea-
lizan labores domésticas.
En una economía abierta como la mexicana es
primordial establecer un marco de negociacio-
nes económicas sólidas con los países socios
de América del Norte. La actualización del ca-
pítulo laboral en el marco de la renegociación
del TLCAN que está en curso deberá redituar
beneficios tangibles al país; los avances hasta
ahora alcanzados son objeto de una relatoría
precisa en el último apartado del presente es-
tudio.
Con la exposición integrada de estos temas se
pretende hacer real y provechoso el objetivo
para realizar una aportación útil y oportuna al
quehacer legislativo.
Primera Parte.
El factor trabajo como fuente
de creación de valor
y riqueza social
El trabajo como fuente originaria
de creación de valor y riqueza social
El trabajo, o más específicamente, la fuerza de
trabajo, es la fuente esencial de creación de valor
(entendido bajo su doble carácter: valor de uso y
valor de cambio de las mercancías) y de riqueza
material. El trabajo, dice Marx, tiene como padre
al trabajo y como madre a la naturaleza. Entendi-
do en su forma abstracta, el trabajo es una ener-
gía social que crea valor, un valor puro derivado
del trabajo socialmente necesario para producir
una mercancía.
El trabajo socialmente necesario para producir
una mercancía es la manifestación equivalente
del valor derivado del desgaste que la fuerza
de trabajo sufre durante el proceso de produc-
ción (fuente creadora de plusvalor). El plusva-
lor agregado a la mercancía se define como
la masa de valor expresado en una suma de
dinero que aparece al momento de realizar el
intercambio, pero que ya ha sido convertido en
capital. En realidad, el plusvalor se crea en el
proceso de producción y esto sucede una vez
que el trabajo invertido (fuerza de trabajo) es
materializado o desgastado en la esfera de la
producción de las mercancías.
A su vez, la fuerza de trabajo que ha sido la
fuente creadora de valor se expresa ahora en
forma de salario, el cual es devengado una vez
que ha ocurrido la realización del valor de uso
de la mercancía y en él radica la esencia del
plusvalor.
El proceso de trabajo creador de valor bajo la
forma de riqueza social se reproduce e irradia
al conjunto de la economía en las esferas de la
propia producción, la distribución y el consu-
mo. Se suma al resto de los factores que hacen
posible la culminación del proceso de produc-
ción (medios de trabajo, insumos, materias
primas, maquinaria y equipo, componentes
tecnológicos y de información, entre otros). El

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR