El trabajo y las nuevas generaciones

Durante los últimos años, las empresas han quedado sorprendidas con el choque generacional, ya que esperaban encontrar jóvenes altamente capacitados, con grandes habilidades tecnológicas y dispuestos a comprometerse al 100 por ciento con ellas; pero hallaron jóvenes preparados que aprendieron de sus padres a que el trabajo no era seguro, que no siempre se permitía una calidad de vida, ni a tener el tiempo para convivir con la familia.

Esta generación denominada "del milenio" o "millenials" -que nacieron entre 1981 y 1995, y que suma en México cerca de 30 millones de jóvenes- no tiene como aspiración entrar a una empresa ni permanecer en ella toda la vida; sino que tiene el sueño del emprendimiento, desea calidad de vida y reconocimiento a corto plazo.

Los millenials no están dispuestos a sacrificar todo por una organización, quieren un balance entre su vida laboral, social y familiar; desean dedicar tiempo al ejercicio y a sus pasatiempos; es una generación estimulada que detesta la rutina, quiere actividades significativas y oportunidades de desarrollo a corto plazo; no están dispuestos a esperar por años y ven el cambio de trabajo como un proceso normal de superación y nuevas experiencias. Sin embargo las empresas no lo ven así, cuesta mucho dinero capacitar y desarrollar a las personas para que renuncien antes de un año.

Salvador Méndez, consultor en seguridad del transporte y docente de la Universidad Aeronáutica, comenta que este tema se vuelve más delicado en trabajos especializados y de alta responsabilidad como el del personal de aviación, debido a que en esos casos se necesitan no sólo conocimientos, sino también disciplina, buena disposición, conciencia de la responsabilidad que se tiene al trabajar en el entorno aeronáutico y, por último, asumir las consecuencias de los actos.

De acuerdo con Salvador, las nuevas generaciones no siempre están dispuestas a asumir las consecuencias, esperan que las autoridades sean tolerantes y permisivas. "Algunos millenials no cuentan con una cultura de trabajo aprendida en la escuela; si los padres no transmitieron valores de tolerancia a la frustración, superación, ambición...

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