Torreón: Deja huella la Revolución

AutorLorenzo Armendáriz

Fotos: Lorenzo Armendáriz

No se puede hablar de Torreón sin mencionar los importantes capítulos que vivió está ciudad durante la Revolución mexicana. Su ubicación estratégica y riqueza económica la marcaron profundamente durante este movimiento social, otorgándole un papel protagónico en la gesta revolucionaria.

En Torreón, Francisco Villa ganó su primera gran batalla en 1914 y también la última, en 1916, cuando regresó al norte tras las desastrosas derrotas de Celaya, Trinidad y León.

En esta misma ciudad, Villa comenzó su enemistad con Venustiano Carranza, jefe supremo del Ejército constitucionalista, que culminó meses más tarde con el enfrentamiento armado entre las mismas fuerzas revolucionarias.

¡Cuántos recuerdos de esta epopeya guardan entre sus muros los nobles edificios de Torreón!, y fuera de ellos, como el Casino de la Laguna, cuya fachada aún conserva las huellas de los cañonazos que le asestó la certera artillería del General Felipe Angeles desde Gómez Palacio.

Este lujoso edificio fue inaugurado el 15 de septiembre de 1910 con un espléndido baile y banquete que celebraba de esta manera el primer centenario de la Independencia de México. Desde el balcón principal se dio el Grito y una vez que el Presidente municipal terminó de lanzar vivas a los héroes de la patria, el pueblo entusiasmado le respondió ¡Viva Madero! ¡Viva México! Estas fueron las primeras muestras de una inconformidad ya generalizada que culminaría dos meses más tarde con el surgimiento del movimiento armado.

Durante la batalla de Torreón en 1914, el sótano del Casino fue utilizado como almacén de municiones por las tropas federales y como refugio de la colonia española.

En este mismo Casino -que aún conserva su estructura original de fachada con motivos de art nouveau, pilastras jónicas y molduras clásicas- durante la tercera toma de Torreón en 1916 fueron reunidos por Francisco Villa los principales comerciantes y cónsules de la ciudad para exigirles un préstamo forzoso a la causa revolucionaría. Este hecho dio lugar a una curiosa anécdota que cuenta la quema de las imprentas de la ciudad para que no se hablara mal de Pancho Villa en los periódicos y revistas.

Otro protagonista circunstancial de la historia en Torreón es el Banco Chino, un edificio con fachada de cantera y remates en forma de tímpanos con motivos ornamentales en la parte superior. Este lugar fue testigo involuntario, durante la primera toma de la ciudad en 1911, de la muerte de más de 300...

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