Con el Toro por los Cuernos

AutorCelia Marín

Roses, Gerona. -Es una fortuna conseguir una reservación en el restaurante El Bulli, donde Ferrán Adrià, el cocinero catalán considerado el mejor de Europa recibe a sus clientes del 28 de marzo al 30 de septiembre.

Sólo un selecto grupo de todo el mundo que gusta de la gastronomía es capaz de trasladarse a este aislado rincón mediterráneo (a 170 kilómetros de Barcelona) con la única idea de tener una velada inédita para el paladar. En la Costa Brava, en Cala Montjoi, El Bulli luce sin ostentación.

Al llegar, le conducen a la impecable cocina diseñada en madera y acero inoxidable, donde el mismo Adrià da la bienvenida a sus comensales una experiencia vanguardista que diluye el límite entre arte y cocina.

El factor sorpresa es constante en las creaciones de este chef, quien este 29 de junio servirá al jet set internacional en la cena a beneficio de la Fundación Nelson Mandela. En esta nueva temporada, en su restaurante recibe con una caipiriña sólida envuelta en celofán transparente.

Con una consistencia similar al mil hojas, pero en hielo, la "bebida sólida" se derrite en la boca y el sabor del coctel brasileño se deja sentir como un refrescante inicio. Juli Soler, el cerebro del servicio y de las relaciones públicas intercambia comentarios con otros recién llegados, mientras a usted le llevan a su mesa.

Deja atrás a un ejército de 31 jóvenes en Filipinas blancas concentrados en los preparativos del servicio o "pase" como ellos le llaman, la jornada estresante en cocina apenas comienza. Son 27 preparaciones diferentes las que integran el menú de degustación de los 45 a 50 comensales que cada noche llegan a El Bulli.

Ya cómodamente instalado en su mesa, regresa el camarero enfundado en camisa tipo Mao y pantalón color negro, que le atenderá el resto de la velada. Le explica que el chef ha preparado un menú de degustación y le pregunta si le gusta el foie gras y si desea ver la impresión del menú, antes o después de la cena. Queda a su decisión seguir de sorpresa en sorpresa.

A la mesa, impecablemente vestida con mantel y servilletas en lino color beige, cubiertos de plata, vajilla de diseño limpio estilo Zen y copas Riedel, llega una botella de cava de la región catalana solicitada previamente por sugerencia del sommelier.

Aparecen los snacks, un alarde de diseño en su presentación en celofán transparente con la leyenda de El Bulli impresa en negro y rojo, sobre una piedra negra a manera de plato se dispone una madeja de queso brie, a la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR