Tope de aumento salarial: 'una falacia'

AutorGuillermo Correa y Agustín Vargas Medina

APRO

MEXICO.- Aunque el papel de los salarios como fórmula de contención macroeconómica "ya es cosa del pasado", el Gobierno de Ernesto Zedillo -en cuya administración se ha desplomado el poder de compra de los trabajadores- determinó que el aumento a los salarios mínimos fuera cuando mucho de 3.45 pesos diarios.

Fueron los representantes de los patrones y del Gobierno en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos -los obreros se abstuvieron de firmar- quienes fijaron el incremento de 10 por ciento a los minisalarios con el propósito de que la economía nacional mantenga "un comportamiento ordenado" y no "se repitan las crisis" observadas en los últimos cuatro relevos presidenciales.

Pero esto, señalan especialistas, además de la creciente pobreza que implica para la mayoría de los trabajadores, se funda en "una falacia" que reproduce acentuados desequilibrios sectoriales, genera polarizaciones y amenaza con nuevos conflictos sociales.

Por lo pronto, a partir del 1 de enero, el minisalario en la zona geográfica "A" pasó de 34.45 pesos a 37.90; en la "B", de 31.90 a 35.10 (aumento de 3.20 pesos), y en la "C", de 29.70 pesos a 32.70 (3 pesos más). La primera está constituida por el Distrito Federal, Acapulco, Baja California, Baja California Sur y parte de los estados de México, Sonora, Tamaulipas y Veracruz. En la zona B están varios municipios de Jalisco, Nuevo León, Sonora y Veracruz. Y en la C, todos los municipios del resto de las entidades federativas, las más pobres a la cabeza, como Oaxaca, Chiapas e Hidalgo.

Para el Gobierno, el tope salarial era necesario -como ha argumentado desde hace 12 años- para evitar presiones inflacionarias, mientras que los empresarios, además de respaldar esa...

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