Topan con nueva AL empresas españolas

AutorAlejandro Pairone

Corresponsal

BUENOS AIRES.- Funcionaron con relativa tranquilidad durante la década de 1990, pero desde hace cinco años, las empresas españolas en Latinoamérica han debido enfrentar una nueva tendencia de Gobiernos entre nacionalistas y desarrollistas en la región.

La ola de privatizaciones que inundó a América Latina la década pasada, y que dejó en manos de empresas españolas enormes utilidades, ha sido sustituida por el reclamo de una renegociación de las condiciones de operación y esquema de negocios.

"Se puede avizorar que hay un mar de fondo con las inversiones españolas, porque ya para ellas no todo es ni será tan fácil como fue en los años 90", evaluó para REFORMA el investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Carlos Iván de Gregori.

Los sentidos reclamos durante la última Cumbre Iberoamericana en Chile, a principios de mes, reflejaron la tensión creciente entre empresas españolas y algunos Gobiernos sudamericanos por un volumen de negocios cercano a los 100 mil millones de euros (1.4 billones de pesos) al año.

Esa cifra equivale a la facturación latinoamericana promedio de las cinco mayores empresas españolas con intereses en la región, como Repsol, Telefónica, Endesa, Grupo Santander (BSCH) y el Bilbao Vizcaya Argentina (BBVA).

Las inversiones de ésas y otras empresas hispanas no parecen estar en entredicho, aunque no sucede lo mismo con la tasa de ganancia neta después de impuestos que obtienen en la región, y que llegó a los 11 mil millones de euros (154 mil millones de pesos) en 2006, según un informe difundido por la Bolsa de Valores de Madrid.

"Los cambios de Gobiernos en la región han abierto la posibilidad de revisar en conjunto esa relación que algunos hasta llaman de 'neocolonialismo económico'", sostuvo en entrevista el economista chileno Roberto Ávila Toledo.

Las empresas han debido ajustarse a nuevas normas en varios países como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela, y quedaron bajo supervisión en Chile y Perú.

En Bolivia la nacionalización petrolera redujo el margen de maniobra de Repsol, mientras que en Argentina y Ecuador el Gobierno aumentó los impuestos y retenciones para captar los ingresos extraordinarios por el alza del precio de los hidrocarburos.

En Brasil el descubrimiento de un megayacimiento por la estatal Petrobras se tradujo en la inmediata suspensión de todas las licitaciones en la zona, que afectó a Repsol, mientras que Venezuela redujo la participación de la empresa española en las...

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