Tonatiuh Guillén López / Disyuntivas migratorias

AutorTonatiuh Guillén López

Como cada fin de año, los propósitos de año nuevo nos ilusionan con expectativas de un futuro mejor, que en materia migratoria son particularmente urgentes. El 2021 concluye con un saldo negativo y con tragedias como la de Chiapas, el pasado 9 de diciembre, cuando un mortal accidente desnudó nuestra incapacidad para actuar humanamente ante los flujos migrantes y de refugiados. La principal lección del año reitera que la migración, en y desde México, está plena de víctimas, quienes lo son no una sino varias veces, desde el origen, en el tránsito y eventualmente en el destino.

La mayor parte de la migración de tránsito por México es forzada por determinantes como la inseguridad, el crimen, la pobreza extrema, crisis políticas o incluso factores climáticos y las pandemias, que frecuentemente se combinan para expulsar a personas y familias enteras. Por esta razón, las solicitudes de refugio se han disparado en números sin precedente tanto en nuestro país como en los Estados Unidos. Se trata de flujos impulsados por algún primer evento que genera víctimas y las obliga a migrar.

La segunda cruda experiencia que sufren los migrantes es durante el tránsito, provocada por bandas criminales que explotan su necesidad. Son millones y millones de dólares, cantidades inmensas, las que esas redes criminales y sus complicidades cobran a las víctimas, que lo son así por segunda ocasión, sumando todo tipo de abusos, trato inhumano y vejaciones. Además, en el destino, es probable que muchos nuevamente enfrenten adicionales escenarios de explotación, o bien terminen repatriados por el gobierno de México o por Estados Unidos.

A pesar del panorama anterior, violatorio de derechos y de principios internacionales que prometen cumplir los gobiernos, el año 2022 seguramente se caracterizará por flujos de migrantes y refugiados similares a los del 2021. Si bien en estos días los números muestran una curva declinante, siguen siendo muy considerables y califican entre los más elevados de todos los tiempos.

Ahora bien, la cuestión de fondo descansa en las políticas migratorias, no en las personas. La pregunta es si los gobiernos asumirán la protección de los...

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