Tonatiuh Bravo / Venta del padrón electoral

AutorTonatiuh Bravo

La semana pasada, nos enteramos por medio de MURAL que el padrón electoral de nuestro país había sido comprado por el Gobierno de los Estados Unidos a través de la empresa ChoisePoint. Inmediatamente se generó una polémica, en razón de que el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales establece claramente el carácter confidencial de la información ahí contenida.

Sin embargo, debemos reconocer, realistamente, que el hecho se tardó en ocurrir en virtud de dos factores, esencialmente. Por una parte, el desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información y por otra, la necesidad de medidas concretas que garanticen la transparencia en la configuración y manejo del padrón electoral.

El manejo profesional de bases de datos tan grandes y complejas, así como los avances técnicos, hacen relativamente fácil la posibilidad de trasladar datos impresos a formatos electrónicos digitalizados y viceversa. Miles de hojas pueden ser transportadas en una cinta o en un disco compacto, e incluso, ser enviadas por correo electrónico, en segundos.

Por otra parte, el Cofipe establece también la prerrogativa de los partidos políticos para contar, en fechas específicas, con una copia del padrón electoral y con terminales de cómputo a través de las cuales puedan dar seguimiento a los cambios operados al mismo por el Registro Nacional de Electores. De tal manera que el padrón electoral es un documento al cual tienen acceso una importante cantidad de usuarios: partidos políticos y candidatos o equipos de campaña a través de éstos, consejos distritales, municipales, estatales o de circunscripción.

Por tanto, en la práctica resulta contradictorio pretender que una información sea confidencial, cuando se puede disponer y usar por un número importante de entidades e intereses diversos. Conciliar confidencialidad con transparencia electoral no es sencillo.

Bastó que la empresa estadounidense contactara con dirigentes partidistas u operadores encargados del manejo de la información, particularmente después de la elección presidencial del 2000 en la que se usó por distintas vías la versión nacional del padrón, para poder obtener una copia en papel o en medios electrónicos, comprándola ilegalmente.

Es muy molesto pensar que otro Gobierno dispone de información sobre los ciudadanos mexicanos para sus propios intereses, sin haber contado con la...

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