Tonatiuh Bravo/ Alternativas para Guadalajara
| Autor | Tonatiuh Bravo |
Con los resultados obtenidos por el proceso de selección interna del PRI el pasado fin de semana, prácticamente quedan dibujadas las líneas generales de lo que será la contienda por el Gobierno de Guadalajara.
Por parte del PAN, después de un accidentado y disputado proceso interno, quedó como candidato Emilio González Márquez. Como activos, cuenta con una trayectoria e imagen favorable, con los apoyos explícitos del Gobernador y el actual Presidente Municipal, y con un resultado casi inobjetable en la convención, sobre todo a la luz de la candidatura de Tarcisio Rodríguez en Zapopan.
Sin embargo, también arrastra pasivos. El desgaste de ser Gobierno en Guadalajara, al llegar al final del tercer periodo panista consecutivo, sobre todo si consideramos la no siempre asertiva conducción de los asuntos públicos; así también, el desbordamiento de los problemas vinculados a la corrupción y la falta de una agenda de soluciones a varios de los principales problemas ciudadanos.
Por su parte, el PRI llega con fortalezas importantes. El proceso de elección interna abierto a la ciudadanía por parte de un partido cuestionado por haber operado siempre el dedazo y el compadrazgo, alcanzó a permear de manera positiva en importantes núcleos sociales, lo cual se vio reflejado en las encuestas, según las cuales -por vez primera en los últimos 10 años- el PRI pone en franca ventaja respecto del PAN. Jorge Arana es visto como candidato joven y cercano a la gente, a la vez que Enrique Ibarra alcanzó a posicionarse como una opción con formación política. En su conjunto, el PRI da la sensación de que puede articular fuerzas para recuperar Guadalajara.
El PRD también definió sus cartas para la contienda. Tiene a su favor haberse inclinado por fórmulas de candidatos externos y ciudadanos -como el caso de Víctor Urrea-, aunque con el reto de que sean dados a conocer rápidamente entre la población. Puede, sin embargo, generar una propuesta lo suficientemente atractiva y salir del esquema de polarización que a mucha gente no termina por convencer.
A menos que el Partido Verde Ecologista, u otro más, dieran una sorpresa, no es de esperarse novedades mayores para la contienda.
Ahora el problema de fondo no está en las personas, sino en las propuestas y en la capacidad de generar verdaderas alternativas para Guadalajara. El reto principal será convertir el proceso electoral en una oportunidad para discutir con lucidez políticas públicas para una ciudad con crecientes...
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